Las autoridades sanitarias del estado de San Pablo, en Brasil, están monitoreando desde el fin de semana la expansión del brote de gastroenterocolitis que comenzó en Guarujá, epicentro de un aumento de casos desde finales del año pasado. La alta demanda de atención en los centros de salud locales, donde las esperas llegaron a las cuatro horas la semana pasada, llevó a las autoridades a reforzar el personal y ampliar el horario de atención. Los casos de gastroenterocolitis se están notificando también en otras localidades cercanas como Playa Grande, Santos, Itajaí y Florianópolis.
En declaraciones a la agencia estatal de noticias, Alessandra Lucchesi, directora técnica de la División de Enfermedades Transmitidas por Agua y Alimentos de la Secretaría de Estado de Salud de San Pablo, explicó: “Consideramos utilizar el término brote para definir la situación en Guarujá, ya que tenemos información sobre el volumen de personas [atendidas]”. Las autoridades continúan evaluando el alcance del brote, mientras refuerzan los esfuerzos para prevenir la propagación de la enfermedad.
Malas condiciones sanitarias en las playas
Alessandro Pasqualotto, jefe del Servicio de Infectología del hospital Santa Casa en Puerto Alegre y miembro de la Sociedad Brasileña de Infectología, advirtió sobre el aumento de personas que visitan las playas del litoral brasileño durante las vacaciones de verano. “Infelizmente –señaló–, muchas playas sufren de malas condiciones sanitarias y es común que el sistema de aguas residuales contamine el agua que llega a las personas.
En este contexto, ocurren muchas epidemias por diferentes agentes infecciosos, lo más común es que sean por virus”.
El aumento de casos en estas épocas de alta concurrencia en las playas es un factor de riesgo significativo.
Síntomas comunes y medidas preventivas
Según el infectólogo, los cuadros clínicos más comunes en las áreas turísticas son leves y se manifiestan con diarrea y dolor abdominal. En estos casos, los síntomas tienden a desaparecer sin necesidad de intervención médica.
Sin embargo, Pasqualotto advirtió que “en algunos pacientes la enfermedad puede ser más agresiva”, presentando fiebre alta, sangre en las heces o deshidratación severa. Estos pacientes, en especial los que están en los extremos etarios o con las defensas bajas, deben buscar ayuda médica", aconsejó el experto.
Las autoridades sanitarias locales recomendaron varias medidas preventivas para evitar el contagio y la propagación de la enfermedad. Entre ellas, se destaca la importancia de lavarse las manos frecuentemente, no ingerir agua de mar, beber solo agua potable o mineral, cocinar bien los alimentos y mantenerlos refrigerados. Estas medidas son esenciales para reducir el riesgo de contraer gastroenterocolitis en áreas donde las condiciones sanitarias pueden ser deficientes.
Un cuadro que puede arruinar las vacaciones
El gastroenterólogo Edgardo Smecuol, jefe del Departamento de Docencia e Investigación del Hospital Udaondo, coincidió con las autoridades en que se trata de una virosis gastrointestinal, aunque aún se espera que las autoridades locales identifiquen el virus específico que está causando el brote. "Es un panorama más o menos conocido –sostuvo–. No es para asustarse, pero es un cuadro que altera o puede arruinar las vacaciones".
Si bien estos brotes se pueden dar en cualquier lugar, el médico señaló características que elevan el riesgo en Brasil, en especial en las áreas donde se están dando los casos. Mencionó la combinación de gran cantidad de turistas, la descarga a los ríos y el mar de efluentes cloacales, el calor y la falta de cuidado de las condiciones higiénicas y dietéticas.