En promedio se espera un trimestre más templado de lo normal, aunque el invierno tendrá otro fenómeno particular: la mayor ocurrencia de jornadas con una amplitud térmica superior.
“No se descarta que hacia el centro y noreste del país la amplitud térmica pueda ser superior a la normal, con una mayor frecuencia de temperaturas máximas más altas que lo normal y temperaturas mínimas más bajas que lo normal”, señala el informe del Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
La vocera del organismo, Cindy Fernández, explicó que esto se traduciría en una mayor cantidad de días con “mañanas frías y mediodías más agradables”. Es decir que a pesar de que el invierno en promedio pueda ser más templado de lo habitual, su cuota extrema se seguiría notando en los amaneceres.
¿Por qué habría una mayor amplitud térmica diaria?
El fenómeno se enmarca en un contexto de inestabilidad climática, producto del fin de la influencia de La Niña y la llegada de El Niño. Su contraste inmediato es la sequía extrema versus una mayor humedad. Pero hay otros factores que hacen su juego.
“Sin bien El Niño todavía técnicamente se encuentra en estado neutral, ya se empiezan a advertir algunas de sus condiciones”, explicó Leandro Díaz, investigador del Conicet en el Centro de Investigaciones del Mar y la Atmósfera de la Universidad de Buenos Aires, al diario Clarín.
“De acuerdo a los modelos dinámicos y estadísticos, en promedio, en el trimestre junio, julio y agosto 2023, hay 89 por ciento de probabilidad de desarrollo de una fase Niño”, dice el SMN.
“Tenemos una tendencia de calentamiento global, lo que hace que ya de por sí, sea cual sea la estación que tengamos, es mayor la probabilidad de que sea más cálida de lo normal. Los océanos -que son la memoria del clima- están muy cálidos y a nivel global hay temperaturas más elevadas”.
En cuanto a la causa de que pese a un contexto más templado pueda haber, de todos modos, extremos fríos durante el invierno, Díaz señaló que “cuando se establecen fenómenos como El Niño suelen dar lugar a anomalías en la circulación de los vientos y en la atmósfera en general. Si eso se establece en la fase correcta puede dar lugar a entradas de aire frío”.
De todos modos, el experto advirtió que esa consideración entra en un terreno más especulativo, incluso con la aclaración de que en este contexto resulte más probable que los extremos climáticos cálidos tengan un mayor peso que los extremos fríos anunciados.