Federación es una ciudad que alberga una gran historia y sobre todo desde que el territorio del antiguo emplazamiento, se cubrió de agua cuando se creó la represa de Salto Grande.
Se recordará que las tierras fueron expropiadas en la década de 1970 para proceder así a la demolición de los edificios y la inundación del terreno que daría origen al Lago de Salto Grande, necesario para el funcionamiento de la represa. Cabe recordar que la vieja Federación era una ciudad de 5.000 habitantes que se destruyó para darle paso al progreso.
En el marco del micro Espejo de mi Tierra Elonce viajó hasta la localidad para conocer su historia de primera mano: la experiencias de los habitantes.
Un vecino de la ciudad, Domingo Flurin, recordó que él vivía a una cuadra y media del río en la vieja Federación y cuando hicieron el traslado estaba cursando sus estudios universitarios en la ciudad de Córdoba. “Cuando se realizó el traslado mis padres eran adultos mayores y sufrieron mucho la perdida de sus vecinos, el traslado y las relaciones con el pueblo”, señaló.
Y amplió: “Por años la ciudad estuvo estancada porque no se dejaba edificar hasta que comience el traslado, entonces era una ciudad en pausa. Los jóvenes vinimos con mucho entusiasmo, pero la gente grande fue un gran trauma”.
“A la gente le afectó mucho psicológicamente, en mi caso fue una cuestión de una nueva adaptación, porque vine después de seis años de estar en otra provincia, pero el ejercicio de mi profesión y cuando formé mi familia ya era en la nueva ciudad”, recordó Flurin.
La idea de terminar con la vieja Federación, comenzó en el año 1946, fecha en que el Presidente Juan Domingo Perón firmó el tratado binacional con la República Oriental del Uruguay decidiéndose la construcción del Complejo Hidroeléctrico. Uno de los objetivos principales del acuerdo era la producción de energía, quedando ya entonces decidida la desaparición de la ciudad de Federación bajo las aguas del embalse necesario. La construcción de la nueva ciudad inició en el año 1977, promoviéndosela entre la población como un ejemplo de modernidad y urbanismo. La relocalización se efectuó en un sitio ubicado a 5 kilómetros del pueblo demolido y luego inundado.
En este sentido, señaló que “a la represa la maneja Salto Grande al igual que la subida y bajada del lago. Entonces cuando hay mucha sequía en el norte, baja el caudal de agua y aparecen los cimientos de la vieja Federación. Mucha gente va, recorre su lugar y ve donde quedaba la escuela, la plaza y es una caminata que nos produce mucha nostalgia”.
“También hubo casos donde muchos optaron por irse de Federación en aquel momento, porque las valuaciones de las casas no eran objetivas y eso generaba problemas”, sostuvo al sumar que "los federaenses decíamos que la ciudad la sacamos adelante nosotros mismos, porque hubo un quiebre muy grande cuando aparecieron las aguas termales y se reactivó la economía. “Es algo que lo vivimos muy lindo y bien".
