REDACCIÓN ELONCE
En la última luna del Festival de Diamante, uno de los que brilló en el escenario fue Renato Fagundes, el músico brasilero que, con su acordeón, transmite su estilo chamamecero característico de tradición montielera.
“Somos originados de las reducciones jesuíticas, con bases guaraníes, y el sentimiento por el gaucho se origina de ahí, se desparramó, somos del mismo bioma pampa y de la costa del Uruguay”, explicó a Elonce el acordeonista y compositor.
“El chamamé montielero nos identifica a los fronterizos”, sentenció. Es que, según indicó, si bien nació en São Borja, en la frontera con Santo Tomé, se radicó en Uruguayana, frontera con Paso de Los Libres, “el portal de oro de la patria”.
“Desde gurí me entreveré con los libreños, aprendiendo a tocar el chamamé de Ernesto Montiel y el destino me dio la enorme posibilidad de asistir a este gigantesco festival y recibir el aplauso de la gente es la mejor paga que uno puede tener”, agradeció Fagundes.
Consultado al músico qué lo motiva a continuar con el estilo chamamecero, éste fundamentó que “es el ñandereko, como dicen los correntinos, nuestra forma de ser y sentir, es una filosofía de vida vinculadas a las juntadas de asado, truco y música”.
Lo acompañaron sobre el escenario, los bailarines Jesica Roscoff y Franco Zaragoza. “Lo nuestro es una pasión y buscamos los lugares para sacarnos las ganas de bailar”, coincidieron.