El juez de Garantías N°6 de Dolores, David Mancinelli, resolvió este viernes la liberación del arquitecto y el contratista que estaban a cargo de la obra en el Apart Hotel Dubrovnik, que se derrumbó la semana pasada durante la madrugada. Eran las dos últimas personas detenidas por el siniestro, pero no quienes daban las órdenes en la obra.
El arquitecto Jorge Enrique Bonavita y el contratista Rubén Taquichiri eran los últimos detenidos en la causa judicial que se abrió para intentar dar con los responsables por el derrumbe en Villa Gesell en el que murieron ocho personas, incluida la dueña anterior del hotel, su sobrino y la novia del joven.
Según entendió el juez Mancinelli, Bonavita y Taquichiri no están en peligro de fuga ni en condiciones de obstruir la investigación, pero sí les prohibió salir del país. Además, ambos tendrán que presentarse los primeros días de cada mes en la comisaría de Villa Gesell, al menos hasta marzo.
Bonavita y Taquichiri están sometidos a proceso porque se supone que eran quienes daban las órdenes en la obra del Apart Hotel Dubrovnik, que se derrumbó en la mañana del martes 29 de octubre pasado, pero la fiscalía aún no encontró documentos que prueben su responsabilidad.
En vez, la fiscal Verónica Zamboni escuchó la semana pasada el testimonio de uno de los contratistas que trabajó en la obra y le explicó: "Fui notificado de la paralización de la obra en agosto. Le dije al dueño y al arquitecto, pero me dijeron que siguiera con la obra: 'No paremos hasta que venga una orden de arriba'".
"El dueño se llama Antonio, venía una vez por semana y después una arquitecta, María Paula, que venía de vez en cuando porque estaba de vacaciones", aclaró ese mismo contratista, lo que desplazaría a Bonavita y Taquichiri del lugar de toma de decisiones.