Y eso que todo había arrancado torcido para los de Allegri, ya que Stefan Radu convertía de cabeza y hacía delirar a los romanos, que obviamente coparon el estadio Olímpico. Pero casi de forma inmediata, todavía en el inicio del cotejo, el experimentado Giorgio Chiellini sacó provecho de una bola quieta que fue bajada por el segundo palo y puso todo como al minuto cero.
Lo más destacado del resto del encuentro se dio a falta de cuatro minutos para el final del tiempo reglamentario. Alessandro Matri festejaba la victoria y el campeonato pero le anulaban su gol por una posición adelantada que no existió. Tendría revancha: ya en el alargue, halló la bola en el área y facturó para la Vecchia Signora, que se sacó el karma ante una Lazio que lo tenía de hijo en Copa Italia y le había ganado la final en 2004. Antes, hubo que sufrir un terrible disparo de Djordjevic, que se estrelló en los dos postes verticales de Storari.
Celebración total para gran parte de Turín, aunque todavía queda lo más importante. El sábado 6 de junio afrontará la Final de la Champions League en Berlín contra el Barcelona de Messi, Neymar y compañía. Los de Tevez tienen una oportunidad única de conseguir el triplete y tendrán tiempo para armarse lo mejor posible, debido a que si bien restan dos jornadas en la Serie A, ya se coronó y puede darse el lujo de dosificar fuerzas.
Como el vencedor de esta competencia obtiene un cupo para la Europa League y Juventus está clasificado para la próxima Champions, una plaza se abrirá en la Liga. En tanto, la Supercopa de Italia volverá a poner frente a frente a estos adversarios de movida en la 2015/2016, porque la Juve arrasó con todo a nivel local y Lazio, subcampeón en Copa Italia, se acreditó esa chance.
