Boleta Única Papel. La Cámara de Diputados de la Nación aprobó este martes una reforma significativa en el sistema electoral argentino, implementando la boleta única papel (BUP) para las elecciones de cargos nacionales, incluyendo presidente, vicepresidente y legisladores. La medida fue respaldada por 143 votos a favor, 87 en contra y cinco abstenciones, con el apoyo de oficialismo, UCR, Pro y la Coalición Cívica (CC).
El principal objetivo de esta reforma es reemplazar las actuales boletas partidarias, que son controladas y distribuidas por cada espacio político, por una única boleta que consolide toda la oferta electoral. Este cambio busca acabar con prácticas como el robo o la ocultación de boletas en los centros de votación, así como el negocio de los "sellos de goma", que permite a partidos sin representación real presentar múltiples candidatos para acceder a fondos estatales.
Con la boleta única, se garantiza que todos los candidatos estén presentes en cada mesa electoral. El diseño, inspirado en el modelo de Mendoza, organiza a los partidos en columnas y los cargos en filas, facilitando la elección. Además, se eliminará la opción de "lista completa", lo que disminuirá el “efecto arrastre” de las estructuras partidarias.
Este cambio tiene un simbolismo importante para la administración actual, ya que combate las prácticas clientelistas y simplifica el derecho a elegir sin la necesidad de una gran cantidad de fiscales, un problema que afectó a algunos partidos en las últimas elecciones.
El diputado Nicolás Mayoraz, de La Libertad Avanza (LLA), inició la discusión, afirmando que “hoy es un gran día para la democracia”. Los bloques que apoyaron la iniciativa, incluyendo Pro y parte de la UCR, priorizaron la eliminación de la boleta partidaria.
Sin embargo, la oposición, representada por miembros de Unión por la Patria (UxP), criticó la medida. Carlos Castagneto instó al Presidente a vetar la ley, argumentando que hay temas más urgentes que reformar el sistema de votación. Su colega, Sabrina Selva, coincidió en que la democracia se ha fortalecido con el sistema actual.
El jefe del bloque de la CC, Juan Manuel López, apuntó contra Cristina Kirchner y Sergio Massa, afirmando que la reforma no les conviene. También destacó prácticas clientelistas en el contexto de la distribución de boletas electorales.
Silvia Lospennato, del Pro, fue una de las principales defensoras de la BUP, recordando los intentos previos de reforma y señalando los beneficios de la boleta única: libertad de elección, igualdad de representación y mejora en la transparencia del sistema electoral.
Por su parte, Mónica Fein, del socialismo, subrayó que la BUP es solo un primer paso hacia una reforma integral que aborde el financiamiento de la política. Nicolás del Caño, de la Izquierda, también hizo hincapié en la necesidad de modificar el origen de los fondos de campaña, sugiriendo un financiamiento estatal al 100%.