El vocero presidencial, Manuel Adorni, anunció esta noche a través de su cuenta de X que el Gobierno tomará la medida de desregular el servicio de correo postal en el país.
“El Gobierno ha decidido desregular el servicio de correos. Con esta acción buscaremos fomentar la competencia, impulsar la digitalización y mejorar la seguridad en los servicios postales. Dios bendiga a la República Argentina. Fin”, expresó Adorni, sin brindar más detalles sobre la iniciativa.
Este anuncio coincide con los planes del Ejecutivo, que ya en julio había considerado avanzar con la privatización del Correo Argentino mediante un decreto, sin necesidad de pasar por el Congreso. En ese momento, el Gobierno había planteado vender la empresa estatal utilizando su estatuto como base legal.
Inicialmente, el Correo Argentino figuraba entre las empresas estatales que el oficialismo incluyó en la Ley Bases de Privatización, aunque finalmente fue excluida de la versión definitiva de la norma sancionada, junto con Aerolíneas Argentinas y Radio y Televisión Argentina.
Actualmente, el Correo Argentino es de propiedad exclusiva del Estado Nacional y cuenta con una red de aproximadamente 1.400 sucursales y oficinas postales en todo el país. En 2023, la empresa registró un déficit de $71.322 millones, y en 2024 el Gobierno le asignó más de $90.000 millones para implementar un plan de retiros voluntarios.
Adorni también anunció la modificación del nombre del Gasoducto "Presidente Néstor Kirchner"
Al igual que ocurrió con el antiguo Centro Cultural Kirchner, el vocero presidencial, Manuel Adorni, anunció este sábado que el gasoducto "Néstor Kirchner" cambiará su denominación.
A través de su cuenta en la red social X, el funcionario escribió: "El 'Gasoducto Presidente Néstor Kirchner' cambia su nombre: a partir de ahora se llamará 'Gasoducto Perito Francisco Pascasio Moreno'. Fin".
Este gasoducto, una megaobra de infraestructura que transporta 11 millones de metros cúbicos de gas por día a lo largo de 573 kilómetros, fue inaugurado el 9 de julio de 2023 por el entonces presidente Alberto Fernández. La construcción conecta Tratayén, en Neuquén, con Salliqueló, en Buenos Aires, y se proyecta que su destino final sea San Jerónimo Sud, en Santa Fe.