A mediados de 2013, Córdoba se inundó de billetes falsos, principalmente de 100 pesos. Ante esto, la Justicia Federal y la División Delitos Económicos de la Policía cordobesa iniciaron una investigación que terminó ayer con la detención de 10 sospechosos en 17 allanamientos realizados en la capital provincial, Río Cuarto y distintos domicilios del norte argentino. En los operativos se logró el secuestro de dinero falso ya cortado, listo para distribuir en el mercado y en planchas recién impresas: unos 4 millones de dólares y 1,8 millones de pesos.
Debido a la gran cantidad de moneda estadounidense falsa, hoy llegarán a Córdoba agentes del FBI enviados por la Embajada norteamericana, quienes trabajarán con el juez federal Miguel Vaca Narvaja y los policías cordobeses para evaluar el impacto de la banda.
"Empezamos a seguir los movimientos de la plata falsa y todos los caminos nos conducían hacia "El Gordo Guzmán", el jefe de la banda y responsable de la imprenta clandestina donde se emitían estos billetes de gran calidad, tanto los dólares como los pesos", le dijo a Clarín el comisario inspector Alejandro Mercado, jefe de Delitos Económicos.
Pese a que Guzmán vive en una casa del barrio Bella Vista, el operativo más importante se realizó en una propiedad de la calle Luis Ponce de León 2474, en el barrio Parque Capital, donde funcionaba la imprenta. "Allí se secuestró la mayor cantidad de dinero falso, además de documentos falsificados; computadoras, impresoras, papel color maíz de alta calidad (similar al utilizado para imprimir dólares legales) y la maquinaria para el proceso de elaboración", confió Mercado a <i>Clarín</b>.
A los investigadores les llamó la atención la calidad del papel. "No se consigue en Argentina", señalaron fuentes del caso.
"Los billetes falsos de pesos argentinos eran de dos denominaciones: de 100 pesos, con las imágenes de Eva Perón y el general Roca; y de 50 pesos, con la imagen de las Islas Malvinas", explicaron los investigadores. En el caso de los de 50, el nuevo diseño los ayudaba a pasarlos. "Eran introducidos en el mercado sin mayores problemas, porque aún no circulan masivamente, la gente no los conoce y no puede discriminar si son verdaderos o apócrifos", indicaron.
El comisario Mercado concluyó: "Tomaban muchos recaudos para operar sin ser detectados, tanto con la impresión como con la distribución de la moneda. Hicimos un trabajo artesanal hasta ubicar a cada célula y así llegamos hasta el jefe Guzmán y a sus cómplices en toda Córdoba y en las provincias del norte argentino".
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