

Héctor González, padre de Lucas González, el adolescente asesinado por efectivos de la Policía de la Ciudad en noviembre de 2021 en Barracas, busca trabajo mientras atraviesa una dura batalla para mantener a su familia y sobrellevar el dolor de la tragedia.
Héctor compartió las dificultades que enfrenta a diario: “Es todo muy difícil para mí hoy. La mamá de Lucas necesita asistencia médica de salud mental, tiene una patología crónica que le quedó tras lo sucedido, y nosotros ya no tenemos obra social ni prepaga que pueda correr con los gastos”.
González, quien trabajó durante años en logística y distribución en una empresa de cerveza en Avellaneda, se vio obligado a renunciar tras el asesinato de su hijo para poder cuidar de su esposa, Cintia, quien sufrió graves consecuencias emocionales tras el crimen y fue internada en un psiquiátrico durante el período de los juicios.

“Cuando trabajaba tenía la obra social que nos cubría todo, pero al dejar mi puesto me tocó hacerme cargo de mis chicos y de mi mujer. Recibí mucha ayuda en su momento, pero hoy se me cerraron las puertas”, explicó Héctor, quien realiza viajes particulares para llevar comida a su hogar pero necesita un trabajo estable para poder cumplir con sus obligaciones.
“Puedo manejar camionetas utilitarias y hacer reparto en lo que sea. Solo quiero trabajar y ganarme el mango para poder salir adelante y darle lo que necesita mi familia”, expresó entre lágrimas. Héctor, que sigue buscando empleo, aseguró que con un trabajo y cobertura médica para su esposa e hijos, ya se consideraría feliz.
El padre de Lucas relató el difícil camino que ha recorrido desde la tragedia: “Hoy los que teníamos al lado ya no están. Había mucha gente a mi alrededor en ese momento donde me palmaban la espalda y me decían que cualquier cosa cuente con ellos, y ahora ya no están”. A pesar de todo, sigue adelante con la esperanza de mejorar la situación para su familia.

“Yo sé que Dios nos va a ayudar en algún momento, vamos a tener una soga que podamos salir”, afirmó Héctor, quien con una fuerza admirable sigue luchando por sus hijos y su esposa.
A casi cuatro años del asesinato de Lucas, Héctor reflexionó sobre lo ocurrido y expresó que la palabra “felicidad” ya no tiene lugar en su vida desde aquel 17 de noviembre de 2021. El crimen de su hijo, ocurrido cuando él y sus amigos salían del club Barracas Central, dejó a su familia destrozada.
Durante el juicio, los tres policías involucrados en el asesinato fueron condenados a prisión perpetua, mientras que otros miembros de la fuerza recibieron sentencias por encubrimiento y torturas. (Noticias Argentinas)