REDACCIÓN ELONCE
La justicia avanza en la investigación de la presunta estafa a decenas de personas en Paraná, que depositaron fondos no declarados en la denominada “Mesa de dinero” manejada por un contador y otro socio, los cuales pagaban intereses superiores a los del mercado financiero, a los ciudadanos que consignaban fondos para obtener el beneficio económico.
Los responsables de la mesa de dinero tomaban pesos, dólares, vehículos y propiedades. A cambio, ofrecían rendimientos mensuales que rondaban el 4% en dólares y la devolución del capital al final del plazo. Esto implicaba que quien invertía 10 mil dólares en un año ganaba 4.800. La maniobra habría afectado a más de 30 personas por un monto que ascendería a varias decenas de millones de dólares.
Los acusados
En la operatoria, apelaron a instrumentos como “contratos de mutuo” y pagarés. Hasta el momento, los más involucradas son el contador Andrés Gamarci y su socio, Matías Santamaría, aunque podría haber otros actores que tendrían otros roles en el engaño pergeñado a través de la Mesa de Dinero.
Gamarci está a derecho y ya designó a Emilio Fouces como su defensor, el cual afirma no tener responsabilidades en las fraudulentas maniobras y apunta contra su socio.
En tanto, Santa María, a quien se identifica por la vida de lujos que ostentaba en redes, había desaparecido hacía casi dos meses, y este viernes, se presentó en la Fiscalía, acompañado de su abogado Pedro Fontanetto, confirmó Elonce.
Estafa y Asociación ilícita
Este viernes, trascendieron algunos detalles de la investigación que encabeza el fiscal Santiago Alfieri, para quien, los delitos investigados son los de “Asociación Ilícita y Estafas en concurso real y en carácter de coautores, conforme los arts. 172, 212, 55 y 45 del Código Penal”, esgrimió el fiscal.
En la causa, se investiga a Andrés Gamarci, Matías Santa María y Cristian Vital, como también a empleando las firmas SAN MAR SAS y JIFA SAS, a nombre de Gamarci y de Santa María.
Según argumenta Alfieri, “engañando a los aportantes, con apariencia de solvencia, se apropiaron de los fondos y cortaron las liquidaciones de intereses desde el mes de julio de 2024, a partir de ese momento, comenzaron a eludir pagos y a evitar atender a los clientes, anteponiendo a empleados y a un abogado que daba explicaciones de reestructuración de la empresa, impidiendo la percepción de intereses y negando el retiro del capital”, señala en el texto.
Interrogantes
Con las novedades producidas este viernes, el foco se puso en cómo se configura el delito investigado en la Mesa de dinero y cuál era la estrategia de los estafadores para timar a las personas que depositaban sus fondos en la fraudulenta financiera.
¿Qué hace falta para que se configure la estafa”; ¿cómo se llega a comprobar la estafa y la asociación ilícita?; ¿qué rol cumplían los empleados de la financiera que firmaban a los damnificados la entrega del dinero?, y ¿cuál es el alcance de los delitos investigados?, son algunas de las preguntas que surgen en el caso.
El abogado Marcos Rodríguez Allende, representa a dos denunciantes y explicó en el programa Códigos cómo se configura el delito investigado en la mesa de dinero. Diferenció el contrato civil con los acusados, del engaño sistemático para apropiarse del dinero de los inversionistas.
El periodista Mauricio Anttematten, contó que muchos recibos dispensados por la financiera a cambio de la entrega del dinero de los inversionistas, eran firmados por los empleados de Gamarci y Santa María. “Vi las firmas auténticas de Gamarci y Santa María; y después, vi la de los recibos y eran ganchos que hacían algunos empleados y una secretaria. Así empieza el lío”, remarcó el conductor del programa.
Acuerdo civil entre partes
“Una mesa de dinero es un grupo de personas que le presta dinero a esa mesa y esa mesa, le traduce intereses al inversor y luego, en una devolución de un capital. Eso no es ilegal, no es una estafa”, dijo el abogado y aclaró que se trata de un “Contrato de Mutuo, que un acuerdo que se hace por escrito, en el cual, se dispone que, usted me da una determinada suma de dinero a mí y yo, en un determinado tiempo le pago un determinado interés y luego, le devuelvo ese dinero. Eso no es nada ilegal, está previsto en el Código Civil”, afirmó.
“Si yo no cumplo con el convenio, con el contrato de mutuo. Eso en principio, no es delito. Un contrato de muto está previsto en el Código Civil y si hay incumplimiento, usted tiene que ir al Juez Civil, diciendo que ese contrato de mutuo no se cumplió y se ejecuta ese contrato de mutuo que hemos firmado entre usted y yo”, contextualizó.
El inicio del delito
Sin embargo, en el caso de Gamarci, Santa María y Vital, el interrogante es si hubo delito o solamente un incumplimiento de un acuerdo de partes; y si hubo delito, en qué caso podría configurarse.
El abogado Marcos Rodríguez Allende dio a conocer que “los denunciantes han explicado que cuentan con el contrato de mutuo en el que figura Santa María como quien recibe el dinero, pero está firmado por otra persona que no es Santa María. Por ejemplo, hay casos en los que quien firmó era su secretaria o un empleado y eso, ya es un engaño”, describió el abogado.
“Es muy importante demostrar al fiscal que hubo engaño o una parte del engaño”, resaltó.
El engaño de la firma
Sobre las víctimas que representa, el abogado sostuvo que “las personas damnificadas tienen contratos de mutuos, que supuestamente fueron firmados por Santa María, pero no fueron firmados por Santa María”, remarcó Rodríguez Allende y aclaró que se nota a simple vista por las firmas.
“Si en esta operación, hay engaño porque usted pensó que Santa María estaba firmando el convenio, pero en realidad firmaba la secretaria de Santa María, ya existe un engaño y le continúa el delito”, dijo el letrado.
Al respecto, explicó “al no firmar el convenio Santa María, él no tenía ninguna obligación con usted. Acá qué se produce un delito. Porque Santa María engañó a muchas personas que pensaban que el contrato de mutuo que firmaban, estaba rubricado por él, pero en realidad no lo firmaba Santa María y él nunca se comprometió con usted. La que se comprometió con usted con un hombre falso, era la secretaria”, relató.
La maniobra de estafar
Al ser consultado por la maniobra que, desde un principio, habría tenido la idea de estafar, el abogado dijo a Códigos que “si yo en realidad no firmé ese contrato de mutuo, lo engañé a usted y ahí sí se configura el delito, porque deja de ser un mero incumplimiento del contrato de mutuo y es un ardid para engañar”, remarcó en diálogo con Elonce.
“Ese engaño produce un error en usted, porque fue de tal magnitud el engaño, que usted dispuso de ese dinero y hubo un perjuicio de ese patrimonio. Me dio el dinero, pensando que efectivamente, iba a tener la garantía de que yo se lo iba a devolver, pero en realidad yo no tenía ninguna obligación de devolvérselo a usted. Esto es estafa, es defraudación y es abuso de confianza”, subrayó el abogado.
Sin embargo, Rodríguez Allende aclaró que aún, así, el delito tiene una salida alternativa. “Si es una estafa como delito económico, hay salidas alternativas porque Santa María o Gamarci, pueden decir: me fui de vacaciones y al volver, tengo 100 denuncias y tengo voluntad de solucionarlo, nos sentamos en una mesa de mediación, les pago todo y el delito se cierra y se termina”, explicó el abogado.
Cómo comienza la asociación ilícita
El grupo de personas que se asocia para cometer sistemáticamente delitos en el tiempo, es una asociación ilícita. Pero, “las personas que estafan, defraudan o abusan de confianza y que cometen sistemáticamente distintos tipos de delitos, se puede transformar en una Asociación Ilícita y eso se puede comprobar, con el devenir del tiempo, cuando se vayan produciendo las pruebas”, describió Rodríguez Allende.
“Si se trata del delito de asociación ilícita, no se arregla nada en una mediación, porque la calificación legal, parte de un mínimo de 5 años y un máximo que supera los 10 años. Con esa calificación, no se puede sentar a negociar un arreglo. Esta calificación evidencia un delito de prisión preventiva”, recalcó el querellante a Elonce.
El lavado de activos
El abogado también fue consultado por el origen de los fondos y si la causa podría contener algún delito de orden federal. “Si con el devenir del tiempo y de las pruebas, se advierte que la financiera era una pantalla para lavar dinero, podría hablarse de lavado de activos”, dijo.
“Si no se sabe de dónde viene el dinero, si vienen de trata de personas o de narcotraficantes que prestan dólares a la financiera para blanquear esos dólares en determinados bienes, ya se constituye en lavado de activos”, ejemplificó Rodríguez Allende y agregó: “o si, hay gente que no paga sus impuestos y se lo presta a la financiera para blanquearlos, también es lavado de activos”, resaltó.
“En caso de que así fuera, podría pasar al Juzgado Federal y el fiscal Federal, va a investigar a las personas que prestan los dólares a la mesa de dinero”, indicó el querellante y agregó: “cada uno va a tener que explicar el origen y el destino de los dólares, como también, está la financiera que sería el instrumento que toma los fondos ilegales y los transforman en legales”, concluyó.