Hombre hallado decapitado. Después de que una pareja encontrara una cabeza dentro de un contenedor de basura, empezó una investigación para dar con los asesinos. Este miércoles, lograron identificar a la víctima: se llamaba Brunildo Sánchez (43), sería de República Dominicana y vivía en situación de calle.
El mismo habría sido asesinado de un golpe en la cabeza para luego ser decapitado y escondido en un pensionado de la calle San Martín al 200, en Ciudadela, partido de Tres de Febrero.
La identidad de la víctima fue confirmada a través de sus huellas dactilares, y se supo que tenía antecedentes penales por amenazas, lesiones y estafa.
El equipo de investigación, compuesto por la Jefatura Distrital de Tres de Febrero, la División Homicidios de la DDI de San Martín y la comisaría 12da. de Ciudadela, logró reconstruir los hechos previos al crimen y detuvo a dos sospechosos.
En un bolso abandonado
El caso comenzó este lunes, cuando una pareja vio un bolso negro abandonado en un contenedor de basura. Al acercarse para revisarlo, encontraron sangre y lo que parecía ser restos humanos. Alarmados, rápidamente llamaron al 911.
Agentes constataron que se trataba de una cabeza humana y la Policía Científica llegó a la esquina de Buenos Aires y Boquerón. Los peritos levantaron muestras y secuestraron la cabeza.
Un hombre de entre 30 y 40 años, con un tatuaje, y tez trigueña fueron algunos de los datos preliminares que pudieron establecerse. Luego, la autopsia realizada en la cabeza determinó que tenía lesiones compatibles con un "traumatismo de cráneo".
Si bien todavía no está el resultado completo, una de las hipótesis es que pudo haber muerto de un fuerte golpe en la cabeza que le produjo una fractura de cráneo y que luego fue decapitado y su cabeza, descartada.
Hallazgo del cuerpo
Este martes, en un allanamiento en una casa en San Martín al 200, a siete cuadras del hallazgo anterior, encontraron el cuerpo.
La data de muerte, constataron los peritos, fue de "24 horas aproximadamente" previo al hallazgo.
"Tenía un corte como si hubiera sido realizado con un machete", especularon fuentes policiales.
Investigación
La investigación quedó a cargo de la Fiscalía N° 3 de San Martín, dirigida por la fiscal Melisa Di Giorgio, quien dispuso una serie de medidas para esclarecer la identidad de la víctima y las circunstancias de su muerte.
El mismo día en que se halló la cabeza, alrededor de las 20 horas, un nuevo llamado al 911 alertó sobre una casa en San Martín al 200, donde podría encontrarse el cuerpo decapitado. No obstante, la Justicia decidió no ordenar el allanamiento hasta contar con más información.
Gracias al análisis de las cámaras de seguridad, la policía logró identificar a dos hombres que fueron vistos caminando hasta el lugar donde dejaron el bolso con la cabeza, y luego regresaron al mismo sitio: la casa en San Martín al 200 que había sido señalada en el aviso anterior.
Además, en la comisaría de Ciudadela se recibió otro llamado anónimo de una mujer que reportaba que se "estaban preparando" para descartar el cuerpo en esa propiedad.
Al llegar al lugar y tras la orden del allanamiento, los efectivos encontraron la puerta abierta y el cuerpo tirado en el piso. También había dos mujeres y un hombre esperando la llegada del patrullero. Una de las mujeres declaró que "suele concurrir a la vivienda y que por intermedio de otra mujer que también va al lugar para consumir estupefacientes" supo que el cuerpo decapitado estaba allí.
Detenidos
La investigación fue caratulada como "homicidio". Tras identificar a la víctima como Brunildo Sánchez (43), detuvieron a dos personas.
El primero en ser arrestado fue Sebastián Ariel Cúneo (47), dueño de la pensión donde se encontró el cuerpo. Cúneo fue imputado por "encubrimiento agravado" y será indagado por la fiscal Di Giorgio este jueves.
Cúneo manifestó que la víctima era su "amigo" y que vivía en "situación de calle", residenciado en un auto en el barrio de Flores.
Por la noche, un segundo sospechoso se entregó en la comisaría 12da. de Ciudadela. Fuentes policiales confiaron a Clarín que este individuo, conocido con el apodo "Cafú", se entregó tras quedar "cercado por la investigación". Se confirmó que no era la misma persona que trasladó la cabeza en el bolso negro. (Clarín)
