César Isella cumpló en 2018, 63 años de vida musical. El sábado 18 de marzo de 2018, actuó en la segunda noche de la Fiesta Nacional del Mate, donde volcó su trayectoria artística y la compartió con el público en la zona de la costanera baja de la capital entrerriana, donde hizo un repaso por los temas más conocidos de su repertorio.
“El cabal cultor de la música nativa, ha proyectado más allá de las fronteras del país, a través de su vasta y fértil trayectoria musical, los principales valores que signan la cultura argentina y latinoamericana”, destaca el decreto que en 2012, lo declaró como "Embajador de la Música Popular Latinoamericana".
Entre Ríos y Linares
"En mi vida como intérprete, desde el tiempo de Los Fronterizos, entre 1956 y 1966, siempre Entre Ríos fue un lugar cálido para cantar, con un público respetuoso. Más aún cuando conocimos al gran creador Linares Cardozo", señaló en esa oportunidad el artista, que en 2017, se presentó en el Teatro 3 de Febrero, al que califica como "un lugar sagrado", según dijo a Uno.
Isella es mundialmente famoso por haber grabado junto a Los Fronterizos, en 1964, la primera versión de la obra maestra de Ariel Ramírez, La Misa Criolla. Pero también por haber dejado un legado de canciones que hoy forman parte del cancionero argentino, y que resuenan en festivales, auditorios y hogares de todo el mundo.
Trayectoria
"Los Fronterizos y Los Chalchaleros, dos conjuntos emblemáticos, dimos a los argentinos allá, por la mitad de los 50 y 60, una alegría tremenda con canciones de autores emblemáticos como Yupanqui Cuchi Leguizamón, Manuel Castilla, Eduardo Falú, Jaime Davalos y muchos más. Grabar la fabulosa Misa Criolla original en 1964 junto a Los Fronterizos, crear junto al poeta Armando Tejada Gómez nuestra Canción con todos, un himno continental declarado por la Unesco, y ser creador de doscientas canciones, todas ellas grabadas por grandes cantantes del mundo, incluyendo a Mercedes Sosa Mijares, Concha Buika, Joan Manuel Serrat, León Gieco, Chavela Vargas y cientos más, es algo genial. Hoy, nuestra Canción de las simples cosas figura en catorce películas internacionales, y es una canción difundida en el mundo por Mercedes Sosa", consideró.
Influencias
En el pináculo del éxito de Los Fronterizos, en 1966, Isella decidió abandonar el grupo para iniciar su carrera solista y recorrer otros rumbos. Grabó decenas de discos, participó en películas, fue reconocido con innumerables premios y recorrió el mundo, sin embargo, no se olvida de sus grandes maestros.
"Mi primera buena influencia fue Don Eduardo Falú, mi padrino pelado, un ser humano sabio y buen amigo. Cuando yo tenía 15 años lo conocí y él me ayudó mucho, luego también a Los Fronterizos. Otros maestros míos fueron Manuel Castilla y el Cuchi Leguizamón. Y todos los maestros de la música clásica, escuchaba mucha música porque era un autodidacta, testarudo el chango. También me fascinaba la poesía y musicalicé a varios poetas: Pablo Neruda, Nicolás Guillén, Tejada Gómez, César Vallejo, Julio Cortázar. Después, los pintores; varios de mis discos llevan como ilustración de tapa obras de Antonio Berni, Carlos Alonso, Ricardo Carpani. Me pareció siempre que la música tiene el vuelo de los pájaros y va por el mundo con el viento, cosa que para otras disciplinas del arte es tan difícil".
Secuestro
Sin embargo, la ciudad de Paraná también le trae otras evocaciones, ya que fue el lugar que daría pie a su largo exilio. "En esa hermosa ciudad que es Paraná, y en pleno Mundial nuestro, en 1978, en la terminal de ómnibus, tres monos de la represión me secuestraron y la pasé muy mal. Dos amigas se movilizaron y lograron que me blanquearan. Era una orden del general (Albano) Harguindeguy, fue un susto muy grande. Después nos amenazaban en mi hogar, así que no tuve otra que alquilar mi casa e irme de la Argentina", recordó.