El Turismo Carretera (TC) volvió este fin de semana al autódromo del Club de Volantes Entrerrianos en Paraná, y el público no tardó en inundar el predio con banderas, carpas y parrillas. Elonce recorrió el lugar y dialogó con varios de los fanáticos que, como cada año, se sumergen en el folclore de esta competencia automovilística.
La unión entre amigos y el TC
German, oriundo de Funes, Santa Fe, compartió su experiencia de décadas asistiendo a las carreras: “Vinimos con amigos de toda la vida del TC, hace 30 años que no faltamos a ninguna. Algunos somos hinchas de Ford y otros del Chivo, pero lo importante es compartir el fin de semana”.
Cuando se le consultó sobre qué no puede faltar en un evento como este, respondió sin dudar: “El asado, las bebidas y la amistad”. A su lado, otro de los presentes comentó que lo mejor es el ambiente: “Nos acostamos cuando los cuerpos no dan más y nos levantamos cuando el calor dentro de la carpa ya no se aguanta”.
Desde Reconquista con pasión
En otro campamento, un hombre de Reconquista contó que viajaron seis horas para llegar: “Nosotros somos una peña que se organiza para cada carrera, armamos el viaje y venimos en grupo. También nos une la pesca, pero el TC tiene algo especial, la unión y la pasión se sienten en cada rincón del autódromo”.
Con una sonrisa, agregó: “Somos fanáticos del folclore del TC, acá hay amistad y pasión. Se te eriza la piel”.
La magia del TC en cada grupo
Otro grupo de fanáticos llegó desde San Nicolás, con la misma energía de siempre. “Nos organizamos porque tenemos un grupo llamado ‘TC’, y siempre hay uno que motiva y todos nos sumamos”, explicó uno de los presentes. “El TC tiene mucha magia, no falta la cumbia ni el fernet en nuestro campamento”, agregó entre risas.
El impulsor del grupo, además, destacó la camaradería: “Yo trato de estar siempre para organizar la peña y cuando sale una carrera, incentivo a todos para venir. Somos hinchas de Chevrolet y de Ford, y a mí el automovilismo me gusta desde que era chico”.
La fotógrafa del público del TC
Entre los tantos personajes que animan el fin de semana, Elonce habló con una fotógrafa que, junto a su familia, lleva más de 40 años documentando el paso de los fanáticos del TC. “Uno aprende a respetar y querer a la gente”, dijo. “Somos fotógrafos del público del TC, esto empezó con nuestros padres, y hoy mi hermano es quien revela las fotos”.
Con orgullo, concluyó: “Cuando no estamos en el TC, estamos en una jineteada. Esta es la Argentina, buena gente, Ford, Chivo, Dog, Torino, Toyota, todos somos una familia. Acá hay gente honesta y trabajadora”.
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La “peregrinación” del ingreso
Desde temprano, cientos de seguidores comenzaron a peregrinar hacia el autódromo del Club de Volantes Entrerrianos, donde este fin de semana se vivirán las tandas clasificatorias y la esperada final del domingo.
Un remiseró que trasladaba a trabajadores relacionados con la competencia, comentó: “Los busqué de un hotel del centro, eran de una escudería y promotores. Era gente que venía a trabajar”. Sobre el costo del traslado desde el centro de Paraná hasta el autódromo, añadió: “Sale alrededor de $15.000”.
Entre los primeros en ingresar al predio, una familia que venía desde Concordia destacó la importancia de esta fecha. “Esta carrera es particular porque hacía mucho tiempo que no estaba el TC en Paraná”, dijo el conductor del vehículo.
Para Natali, madre de familia y residente de Paraná, el evento es una oportunidad especial para compartir en familia. Junto a su esposo y sus dos hijos, destacó la admiración que su pequeño, Mateo, tiene por Facundo Chapur, piloto que sigue con devoción. “Es su ídolo, vinimos en familia para alentarlo”, señaló.
Desde Reconquista, Santa Fe, una familia vivió la emoción de su primera vez en el autódromo paranaense. El padre, orgulloso, contó que su hija es una ferviente fanática de Mariano Werner, un referente para muchos. “Soy hincha de Mariano Werner y deseo que le vaya muy bien y que gane”, afirmó la pequeña y agregó: “De grande quiero ser piloto”.
Por otro lado, un joven que viajaba desde Federal, expresó: “Yo corro en autos a nivel provincial, así que suelo venir al autódromo, pero como piloto. Esta vez vengo como público”. La conversación derivó hacia la actualidad del automovilismo argentino, y no pudo evitar mencionar la gran repercusión que ha generado Franco Colapinto en la escena internacional. “Con Colapinto, estamos viviendo un sueño. No sabemos si va a seguir el año que viene, pero sin dudas ha despertado la pasión de multitudes. Hay mucha gente nueva en el automovilismo, y eso es bienvenido, ayuda al deporte”, reflexionó.
En tanto, un hombre que había viajado desde Tierra del Fuego relató su historia. “Vine a ver el TC en Paraná porque tengo familia acá, y es una pasión que compartimos”, aseguró.
Otra joven contó que llegó desde San José, acompañada por sus suegros y su pareja. “Siempre seguimos la categoría y no nos perdemos ninguna carrera en Paraná”, destacó.