REDACCIÓN ELONCE
Este 21 de noviembre, Argentina celebra el Día de la Enfermería, un merecido homenaje a quienes, con dedicación y pasión, velan por la salud de la comunidad. Entre ellos, se destaca la figura de Nancy Candapay, enfermera con 25 años de experiencia, que compartió su conmovedor testimonio en el programa Hermosa Mañana que se emite por el Streaming de Elonce y FM 98.7.
“Es algo que me encanta y es mi pasión”, dice Nancy sincera al hablar sobre su labor. Su especialidad, y lo que más la llena, es trabajar con personas mayores. “Es lo más lindo, porque generas un vínculo muy importante con ellos y sus familias. Hemos compartido momentos muy sensibles, que te marcan para toda la vida”, contó con emoción.
Nancy trabaja en un geriátrico, un lugar que, según ella, representa un "último recurso" para las familias que ya no pueden brindar el cuidado en casa, ya sea por falta de tiempo, de recursos o por el desgaste que implica tener un familiar mayor bajo su cuidado. “Cuando no pueden cuidarlo más, o no tienen los fondos para contratar a una cuidadora particular, que es mucho más costoso, el geriátrico es una opción”, explica.
El trabajo en geriatría, según Nancy, no es para todos. “Es un trabajo complejo, y muchas veces no nos entienden, pero lo hacemos por vocación. Es fundamental trabajar con vocación para poder cuidar al otro de la mejor manera posible”. En el día a día, las enfermeras como Nancy están presentes las 24 horas con los pacientes, atendiendo sus necesidades físicas y emocionales. “Nosotros estamos siempre con ellos, ayudándolos con su higiene, dándoles cariño, y acompañándolos en su proceso”, comentó con una calidez que se percibe en sus palabras.
A lo largo de su trayectoria de 25 años, Nancy ha vivido muchas experiencias. “La mayoría de las cosas han sido buenas, aunque las malas también nos marcan, pero siempre seguimos adelante”, reflexionó. Y aunque reconoció lo difícil que puede ser trabajar en geriátricos, mencionó que muchas enfermeras se asustan ante la idea de atender a personas mayores, especialmente cuando se trata de tareas de higiene y cuidado personal. “Cuesta mucho conseguir enfermeras que quieran trabajar en geriátricos. Es un trabajo muy difícil, que no todas se atreven a asumir”, explicó
Sin embargo, una de las experiencias más difíciles para todos fue la pandemia. Durante los momentos más críticos, los residentes de geriátricos se vieron privados de la visita de sus familiares, lo que fue doloroso tanto para los adultos mayores como para sus seres queridos. “Fue algo muy difícil, bastante terrible, porque los familiares no podían ver a sus abuelos. De repente, los residentes no podían ver a nadie, y muchos preguntaban por sus familias. Fue un tiempo muy duro”, recuerda Nancy. Para hacer frente a esta situación, el equipo del geriátrico implementó una cabina de protección para que los abuelos pudieran comunicarse con sus familiares, respetando las medidas de seguridad. “Logramos superar ese difícil momento”, asegura Nancy, con una sensación de satisfacción por haber cumplido su misión en tiempos de tanta incertidumbre.