El río Paraná continúa siendo un tema de mucha preocupación para los entrerrianos, especialmente para la capital. Según los últimos estudios, ya este domingo el puerto local registró 50 centímetros en base a la medición que realizó la Prefectura Naval Argentina (PNA).
En las últimas 24 horas, el río Paraná registró un descenso de nueve centímetros y se trata del nivel más bajo de la semana. Si se tiene en cuenta los números que posee PNA, durante la semana el río llegó a medir 74 centímetros el pasado lunes.
Qué se espera para los próximos meses
En el caso particular de Paraná y departamentos aledaños, se anticipa que la altura continuará en niveles “oscilantes”, donde se espera que para la medición del martes alcance los 57 centímetros. Sin embargo, una semana más tarde se espera que regrese al medio metro.
Las complicaciones que genera en la Hidrovía en el paso fronterizo
Más allá de lo que ocurre en Entre Ríos, el extenso recorrido del río Paraná afecta la actividad comercial. El control de tráfico de San Nicolás reportó un nuevo incidente de varadura de un buque que restringió la navegación en la hidrovía Paraná-Paraguay durante doce horas. Esta importante vía navegable, que se extiende por 3.442 kilómetros desde Puerto Cáceres (Brasil) hasta Nueva Palmira (Uruguay) y abarca un área de influencia de 720.000 kilómetros cuadrados, se ha visto afectada por la varadura, complicando el transporte de productos argentinos al exterior.
El reciente episodio se suma a una serie de problemas similares que han surgido con alarma. Tras varias horas de congestión en la autopista fluvial, un barco granelero pudo liberarse con la ayuda de un remolcador. El buque AP Revelin, de 180 metros de eslora y bandera de Croacia, había quedado varado el sábado entre San Nicolás y Ramalló mientras transportaba 32 mil toneladas de porotos de soja con destino a Turquía.
Según informó la publicación especializada Argenports, el AP Revelin logró reanudar su navegación hace unas horas, asistido por el remolcador Candela S. El buque está previsto para fondear en San Pedro, donde recibirá la inspección de práctica a cargo de la Prefectura Naval.
El incidente ocurrió a las 23:55 del sábado en el kilómetro 341,8 del cauce principal del río Paraná, con el buque navegando a un calado de 9,54 metros. Asimismo, el calado se refiere a la profundidad del agua en la que una embarcación está sumergida y es crucial para evitar encallamientos. Actualmente, la Prefectura Naval Argentina ha establecido un calado máximo de navegación de 8,88 metros debido a la bajante del río, lo que ha dejado al menos cinco embarcaciones de 10 metros de calado detenidas.
La bajante del río Paraná es motivo de preocupación para las autoridades, quienes han señalado que la reducción del nivel del agua está impidiendo la salida de varios barcos de los puertos, con el riesgo de quedar varados. La situación también se complica con las presuntas deficiencias en el dragado realizado por la empresa Jan De Nul, que enfrenta una demanda por una deuda millonaria con el Estado.
El episodio actual evoca recuerdos de la dramática bajante del río Paraná que comenzó a principios de 2020, durante la cual el paisaje se transformó drásticamente y se dejaron al descubierto tramos de la ruta navegable. Aunque la bajante actual no se considera tan severa como la de 2020-2022, la falta de precipitaciones en Brasil ha generado un invierno complicado, aunque no al nivel de aquella crisis.
Juan Borus, del Instituto Nacional del Agua (INA), explicó que el Paraná depende de las lluvias en Brasil y Paraguay, y que la cuenca de 2,5 millones de kilómetros cuadrados ha recibido muy poca agua recientemente, con solo algunos eventos aislados.
En respuesta a estos desafíos, la administración de Javier Milei está preparando un proceso licitatorio para el dragado y balizamiento de la hidrovía. Se prevé que el pliego de licitación permita dividir la hidrovía en tramos, facilitando la participación de varias compañías multinacionales en este importante proyecto de infraestructura para Argentina.