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Paraná Bajada Grande llora a querida vecina

Iniciaron colecta para cubrir gastos de sepelio de María Susana

“Susana era muy buena y se merece un sepelio digno”, dijo a Elonce una vecina al resaltar que en el barrio iniciaron una colecta para cubrir los gastos. Cómo colaborar. Además, informó que se enteraron del femicidio por los medios.

14 de Junio de 2024

Vecinos del barrio de Bajada Grande están angustiados por el trágico final que tuvo María Susana Altamirano, de 49 años, quien fue encontrada sin vida tras cinco días de desaparecida, este miércoles. El cuerpo se localizó en el kilómetro 31 de la ruta 131, camino que une Crespo y Libertador San Martín. Es el segundo femicidio en la capital entrerriana en menos de una semana.

 

“Los hijos y los vecinos estamos destrozados, Susana era una mujer muy buena, iba de su casa al trabajo y a la vuelta lo mismo, se llevaba bien con todos en el barrio y era muy querida”, dijo una referente del barrio, Gabriela Alem, a Elonce.

 

 

 

 

 

Los vecinos, unidos por el cariño que le tenían a Susana, realizan una colecta de dinero para poder cubrir los gastos de sepelio. “Queremos que ella pueda descansar en paz. Susana se merece un sepelio digno, y por eso juntamos dinero. Necesitamos alrededor de $700.000. Los interesados en ayudar pueden realizar transferencias al alias ro.caraballo .”, expresó Alem.

 

Destacó que el cuerpo sigue en la morgue y todavía no se lo entregaron a los familiares. “El fiscal no nos ha dicho nada y todo lo que pasó con Susana nos enteramos por los medios y las redes sociales. Nadie aviso que la encontraron”.

 

“Cuando nos enteramos de lo ocurrido, comenzamos a llamar a la División del 911 y lo confirmaron pero no nos dio más detalles”, dijo al explicar que “siempre veíamos estos casos en la tele, pero nunca pensamos que esto podría ocurrir algo así a un vecino del barrio”.

 

Por otro lado, Alem resaltó que sus hijos están destrozados por lo ocurrido. “Uno trabaja en la zona rural a unos 300 kilómetros y no sabemos qué pasará con ellos ahora. Su hijo estaba muy apenado, vive a 300 kilómetros y siempre hablaban, pero por temas de trabajo no podía venir a visitarla”.

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