REDACCIÓN ELONCE
Un accidente en el río Paraná registrado el sábado pasado y que dejó como saldo un hombre de 35 años muerto, expuso una realidad preocupante: la falta de control y el incumplimiento de las normas de navegación.
¿Están todos los timoneles suficientemente preparados para navegar de forma segura?
El siniestro ocurrió frente a la Isla La Paciencia, en jurisdicción santafesina, un lugar conocido por ser sede de fiestas clandestinas que atraen a numerosos paranaenses y santafesinos. En esta ocasión, la fiesta que se extendió hasta la noche terminó en tragedia cuando dos lanchas chocaron, dejando un muerto y varios heridos. ¿Cómo influyen estos eventos no oficiales en el comportamiento de los navegantes? ¿Deberían ser más regulados?
Tras el accidente, el conductor de la lancha que produjo el siniestro se dio a la fuga, pero al otro día se presentó ante la Prefectura de Santa Fe, reconociendo su responsabilidad. ¿Qué puede hacerse para garantizar que los timoneles actúen con responsabilidad y no eludan las consecuencias?
La Fiesta Malibú, que reúne a jóvenes en lanchas y embarcaciones no deportivas, es solo uno de los ejemplos de cómo la imprudencia se manifiesta en el río.
Los participantes disfrutan del sol, la música y el alcohol, pero ¿deberían estos eventos estar más controlados para evitar tragedias?
El aumento del parque náutico en Paraná y Santa Fe incrementó el riesgo para otros navegantes, como los que utilizan kayaks, piraguas o tablas de SUP. Lanchas de gran potencia y motos de agua a menudo navegan a toda velocidad cerca de ellos sin respetar los códigos de navegación, poniendo en peligro la seguridad de todos. ¿Es responsabilidad exclusiva de los timoneles respetar las normas de navegación? ¿O debería haber mayor control por parte de la Prefectura Naval?
Con la llegada del calor dio inicio la temporada de mayor navegación y, con ello, es importante preguntarse ¿cómo garantizar la seguridad en el río?
El tema fue debatido en El Ventilador, programa que se emite martes y jueves a las 21.30 por Elonce.
“Los argentinos somos propensos a no cumplir con ninguna regla de conducta y cuando uno sale al río, piensa que no pasará nada, pero no es así: si uno cae al agua lo hace a un lugar que no es su medio natural”, expuso el presidente del Club Náutico de Paraná, Alejandro Curto. De hecho, instó a “extremar la concientización porque si cada uno no asume su responsabilidad, es imposible controlar”. Y reveló que la entidad deportiva, este año, formó a 52 timoneles, quienes conocen las normas de navegación.
Sobre las normas de paso en el agua
Consultado por la panelista Ana Tepsich -quien contó que practica SUP y dio cuenta de las complicaciones para navegar debido al paso de las embarcaciones a gran velocidad-, el entrevistado aclaró que “una lancha, cuando disminuye la velocidad, la estropada y el corte que produce en el agua, produce más olas que si fuera planeando”.
“El canal secundario de navegación pasa frente a la costanera de Paraná y si bien el practicante de SUP tiene prioridad, también tiene el acceso restringido al río por su menor capacidad de maniobra, es decir, que no pueden andar por cualquier lado”, remarcó Curto. Es más, al diferenciar las obligaciones de la náutica, aclaró que “el SUP no es una embarcación y no hay rol de navegación, con lo cual, si la persona se pierde, si no avisó en la casa, no saldrán a buscarlo nunca”.
“El río se ha poblado y Paraná recuperó su río; con el río bajo, podemos disfrutar de los bancos de arena y es un espectáculo, pero el problema es de educación porque los argentinos somos maleducados”, sentenció.
Quién controla la seguridad del río
Por su parte, el presidente de la Federación Entrerriana de Clubes Náuticos del río Paraná, Osvaldo García Girard, dio cuenta de una campaña de concientización “para refrescar las reglas de Prefectura, los conocimientos a los navegantes, y que sean cuidadosos en el manejo de una embarcación, que puede tener mucha potencia, porque si no se toman los recaudos necesarios, se pueden causar problemas con la marejada que hace esa embarcación”.
“Cuando se tramita el carnet de habilitación de conductor, te enseñan por dónde se puede pasar y el manejo de las boyas, pero hay quienes no llevan el apunte”, cuestionó Girard.
En la oportunidad, aclaró que “el control del río es de Prefectura, la policía del río, pero es tan grande la zona a controlar que, si no llega una denuncia por una fiesta que no está autorizada, cuesta mucho”. Y ejemplificó: “En Paraná, el margen de costa es de 20/25 kilómetros y Prefectura controla desde frente del Rowing hasta arriba de Villa Urquiza”.