REDACCIÓN ELONCE
Gustavo de Santiago es un vendedor de tortas asadas que recolecta juguetes para niños de distintos barrios de Paraná para que puedan celebrar la Navidad este 25 de diciembre.
“Queremos decirles que se van a deleitar el paladar con una torta asada el que nos traiga una bolsita de juguetes usados y que estén en buenas condiciones. Vamos a estar tratando de satisfacer a los niños del barrio Las Piedras y El Perejil con un juguete”, remarcó.
Asimismo, detalló que “hacen falta 200 para los niños”. “Vamos a tratar de que los chicos puedan recibir en este mes de diciembre, que es tenso y recién empezamos. Ellos quizás piden un auto a control remoto, pero mientras tengan un sánguche de miga y una ensalada de fruta, que es lo que pueden llegar a tener en esa noche tan especial”, valoró.
“Capaz están juntando tierra algunos juguetes, trofeos, libritos, zapatillas, medias, lápices de colores. Ellos van a tener una mención honorífica a través de este juguetito. Pienso que Paraná va a estar pasando por esta esquina y dejando en la caja”, expresó.
Hace poco fue papá
En medio del conflicto entre los anestesistas y el Instituto de Obra Social de Entre Ríos (Iosper), la familia de Natalia Retamal, de 40 años, vivió días de incertidumbre que culminaron con la llegada de su bebé. Nilo Caleb nació este viernes a las 7 de la mañana tras una cesárea programada, cuya realización fue posible gracias a un esfuerzo económico que movilizó a toda la comunidad.
El padre del niño, conocido como "Terremoto", salió a vender torta asada en Avenida Ejército y calle Pablo Crausaz, en Paraná, para reunir los $240.000 necesarios para cubrir el costo de la anestesia, imprescindible para la cesárea y una ligadura de trompas. En diálogo con Elonce, Gustavo de Santiago expresó: “El bebé es un santo, re tranquilo y es una alegría. Pesó tres kilos y medio”.
Solidaridad y esfuerzo
La campaña solidaria impulsada por la familia tuvo una respuesta masiva de vecinos y amigos, quienes lograron recaudar el dinero en tiempo récord. “Gracias a la ayuda de todos, se pudo cubrir ese gasto tan importante. De corazón, quiero agradecer a todos los que se volcaron ante el pedido de solidaridad y desesperado que hice”, dijo emocionado Gustavo.
En tan solo tres días, no solo lograron reunir el monto necesario, sino que también recibieron un excedente que les permitió comprar ropa y pañales para Nilo Caleb. Entre risas, Gustavo señaló: “Vino con una torta asada debajo del brazo”.