

La Escuela de Educación Técnica N°1 “General Francisco Ramírez” de Paraná continúa ampliando sus iniciativas deportivas con la creación de un área de calistenia. El proyecto surgió por impulso de los propios estudiantes, quienes canalizaron su inquietud a través del Centro de Estudiantes. Con el acompañamiento de docentes y exalumnos, la iniciativa comenzó a concretarse, aunque aún requieren donaciones de materiales para avanzar.
“Esto es un proyecto que nació de básicamente los chicos, que nos trasladaron la inquietud y tenían la necesidad o las ganas de tener un espacio de un deporte que hoy es bastante popular en la ciudad”, expresó a Elonce el docente Gabriel Almada. “Mediante su centro de estudiantes empezaron a traccionar para que se empiece a materializar esta idea y con el acompañamiento del cuerpo docente empezamos a darle forma a este trabajo, pero por cuestiones económicas hay un problemita: el tema de los materiales”, explicó.
La escuela, ubicada en calle Martín Zapata 1053, ya comenzó con la primera etapa del proyecto: la construcción de una base de hormigón para el montaje de las estructuras. “Ya tenemos los materiales de los caños para soldar las barras. Eso se diseñó con un trabajo de investigación a través de los chicos y uno de los arquitectos de la escuela. Se hicieron los cálculos junto con el departamento de Educación Física, por el tema de las medidas y alturas”, detalló el docente Baltazar Llobet

Exalumnos solidarios y nuevas metas
El proyecto recibió el valioso apoyo de promociones anteriores de la escuela. “Queremos agradecer a los exalumnos, cómo aman a nuestra escuela. Se hicieron presentes las promociones 90, 91, 92, 93 y 94 de distintas especialidades, y donaron hasta 10 bolsas de Porlan. También hubo aportes económicos a la cooperadora”, resaltó Llobet
Gracias a esas donaciones, se pudo completar la primera etapa. “Este proyecto es más amplio, la idea es también techar una parte. Todavía se puede colaborar, más allá de contar sobre la acción”, subrayó el docente, haciendo extensiva la invitación a sumarse a la iniciativa.

Almada comentó que la estructura inicial tendrá dimensiones de 4 metros por 7, y esperan ampliarla para incorporar barras de distintas alturas y funcionalidades. Las tareas de soldadura estarán a cargo de los propios estudiantes, utilizando los conocimientos adquiridos en los talleres de herrería.
Un proyecto que transforma vidas
Más allá de lo deportivo, el proyecto busca formar jóvenes con herramientas para el futuro. “Los chicos se apropian de la escuela, la sienten como propia. Pasan muchas horas acá durante la semana y eso se refleja en las donaciones que han hecho los exalumnos”, valoró Almada.
Además, destacó el impacto del trabajo en los talleres: “Los padres nos cuentan que sus hijos prefieren pedir herramientas para soldar antes que una moto o una Play. Muchos ya hacen trabajitos y generan su propio dinero. Eso los entusiasma, los motiva, los hace sentirse plenos”.
Finalmente, los docentes recordaron que la institución también tiene otros proyectos en curso. “Está proyectada una ampliación de aulas. Hace poco se remodelaron los baños para docentes, y el Consejo de Educación nos acompaña permanentemente con reparaciones necesarias, como la reciente del sistema de cisterna”, concluyó Llobet