Las graves inundaciones que afectan al estado de Rio Grande do Sul, al sur del país y con frontera con Uruguay y la Argentina, dejaron hasta el momento 29 muertos y 60 desaparecidos, según las últimas cifras oficiales, en medio del “peor desastre” en la historia del estado, adonde viajó este jueves el presidente Luiz Inacio Lula da Silva.
“Infelizmente, sabemos que esos números van a aumentar. Tenemos 60 desaparecidos registrados, algunos en lugares inaccesibles”, dijo el gobernador Eduardo Leite.
El gobierno local decretó el “estado de calamidad pública” en el territorio afectado desde hace una semana por fuertes precipitaciones con granizo y vendavales, que provocaron inundaciones y deslizamientos.
El gobernador de Rio Grande do Sul, Eduardo Leite , declaró el estado de calamidad pública debido a los más de 100 municipios afectados por la tormenta en el estado. El decreto fue publicado la noche del miércoles en el Boletín Oficial y tendrá una vigencia de 180 días.
La medida resalta la gravedad de los impactos de las lluvias, inundaciones, granizo, inundaciones, inundaciones y vendavales en el Estado, categorizándose como desastres de Nivel III, clasificados por daños y pérdidas sustanciales.
Vista general de una calle destruida por las fuertes lluvias en Sinimbu, en la región de Vale do Rio Pardo de Rio Grande do Sul - AFP
La situación en el estado es “crítica” y “solo se agrava”, describió el miércoles Leite, quien solicitó apoyos al Ejecutivo con aeronaves y tareas de rescate, ante lo que calificó como “el peor desastre de la historia” en tierra “gaúcha”.
Tras comunicarse con Leite el miércoles, el presidente Lula informó que este jueves visitaría las zonas afectadas para verificar “personalmente” los trabajos conjuntos, publica el diario La Nación.
Lula se encontró con Leite en la localidad de Santa María, uno de los municipios afectados por las intensas lluvias en la región central de Rio Grande do Sul.
“Perdimos todo, toda la comida, todo lo que teníamos dentro de la casa”, dijo al portal g1 Adriana Salete Gas, una vecina de la ciudad de Santa Cruz do Sul. “Nuestra casa tiene 2 metros de altura y aun así se inundó”, contó nerviosa.
De acuerdo con la previsión meteorológica, las fuertes lluvias que han causado estragos particularmente desde el lunes último continuarán al menos durante la jornada de este viernes. Las condiciones climáticas hostiles dificultan las tareas de rescate.
El Instituto Nacional de Meteorología de Brasil (Inmet) pronosticó vientos fuertes con ráfagas, descargas eléctricas, granizo y precipitaciones que podrían “superar los 200 mm” en Rio Grande do Sul y el sur del estado vecino de Santa Catarina.
El gobierno “gaúcho” también informó de daños en carreteras y cortes en el abastecimiento de energía eléctrica y agua para cientos de miles de clientes. Numerosos municipios están aislados, sin telefonía ni internet.
Las clases fueron suspendidas en el estado. Y la Federación Gaúcha de Fútbol suspendió todos los partidos previstos para el próximo fin de semana.
En septiembre pasado, al menos 31 personas murieron por el paso de un devastador ciclón en Rio Grande do Sul.
Expertos atribuyen los fenómenos extremos, cada vez más frecuentes en Brasil, en parte al cambio climático. Los científicos estiman que las temperaturas globales actuales son alrededor de 1,2º C más altas en general que a mediados del siglo XIX, lo que causa un aumento de fenómenos como inundaciones, sequías y olas de calor.