Estados Unidos registró 450 muertes por coronavirus en las últimas 24 horas, lo que llevó el total de fallecidos a 110.932, según el recuento de la universidad Johns Hopkins. Se trata de la menor cifra en aproximadamente dos meses.
No obstante, reportes suelen ser menores los fines de semana, por lo que aquellos de los días siguientes confirmarán si la tendencia se mantiene o vuelve a subir. La cantidad de casos positivos, en tanto, ascendió a 1.956.499.
El estado de Nueva York se mantiene como estado más afectado por la pandemia en Estados Unidos, con 378.799 casos confirmados y 30.417 fallecidos, una cifra solo por debajo del Reino Unido, Brasil e Italia.
Tan solo en la ciudad de Nueva York han muerto 21.877 personas. No obstante, la curva de contagios y decesos ha bajado significativamente en las útlimas semanas, lo que permitió que la ciudad inicie este lunes su reapertura económica tras más de dos meses y medio de cierre casi total.
Se espera que hasta 400.000 trabajadores regresen a sus puestos en medio de importantes medidas de precaución para evitar un rebrote. Los sectores de la industria, la construcción, la agricultura y la pesca pueden volver a operar en esta primera etapa, en la que también están autorizados a reabrir mayoristas no esenciales y minoristas con servicio de entrega en tienda. Es decir, se podrá ir a establecimientos a recoger pedidos, pero no pasearse entre las estanterías o entrar a probarse prendas, por ejemplo.
Las autoridades calculan que esta semana reabrirán unos 16.000 comercios -desde tiendas de ropa a negocios de electrónica- y unas 3.700 empresas manufactureras, junto a más de 32.000 obras de construcción.
La red metropolitana de transportes retomará la frecuencia normal de metros y autobuses, cuyo uso se desplomó hasta un 90 % durante la pandemia, y lo hará promoviendo el distanciamiento social cuando sea posible y el uso de mascarillas, para lo que contará con 3.000 voluntarios repartidos por toda la ciudad.
A Nueva York le siguen la vecina Nueva Jersey con 164.497 casos confirmados y 12.214 fallecidos; Massachusetts con 103.626 contagios y 7.353 decesos; y Pensilvania, que ha reportado 80.339 positivos por coronavirus y 5.953 muertos.
Otros estados con un número significativo de fallecidos son Illinois con 5.924, Michigan con 5.895, California con 4.641 y Connecticut, con 4.084.
California es hoy por hoy el estado que reporta un mayor número de contagios diarios en todo el país y es el tercero en casos: registra 131.484, por detrás de Nueva Jersey.
El balance provisional de fallecidos -110.932- ha superado ya la cota más baja de las estimaciones iniciales de la Casa Blanca, que proyectó en el mejor de los casos entre 100.000 y 240.000 muertes a causa de la pandemia.
El presidente, Donald Trump, rebajó esas estimaciones y se mostró confiado en que la cifra final estaría más bien entre los 50.000 y los 60.000 fallecidos, aunque en sus últimos cálculos auguró ya hasta 110.000 muertos, un número que también se ha superado.
Por su parte, el Instituto de Métricas y Evaluaciones de Salud (IHME) de la Universidad de Washington, en cuyos modelos de predicción de la evolución de la pandemia se fija a menudo la Casa Blanca, calcula que para inicios de agosto habrá dejado más de 145.000 muertes en Estados Unidos.
Más allá del progreso logrado en numerosas ciudaddes del país, las autoridades sanitarias están atentas a un posible rebrote en las miles de manifestaciones contra la desigualdad racial y la brutalidad policial que han tenido lugar durante las útlimas semanas, consecuencia del homicidio de George Floyd por la policía de Minneapolis.
"Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos y nuestros socios federales están vigilando estrechamente las manifestaciones que se están produciendo en todo Estados Unidos. Las protestas y las concentraciones grandes de gente dificultan que se mantengan nuestras recomendaciones sobre distanciamiento social y pueden poner a otras personas en peligro", ha apuntado una portavoz de los CDC, Kristen Nordlund, en un comunicado.
Nordlund ha reconocido que "aún es pronto para saber el efecto que tendrán estos hechos, si es que tienen alguno, en la respuesta federal a la COVID-19. Cada situación local es distinta". "Las autoridades estatales y locales tomarán las decisiones para proteger la salud pública en función de las circunstancias concretas", ha indicado.
El pasado jueves, el director de los CDC, Robert Redfield, recomendó a los participantes en manifestaciones que se hicieran la prueba del coronavirus. "Desgraciadamente creo que existe potencialmente la posibilidad de que se convierta en un evento semilla, especialmente en zonas urbanas en las que ha habido un contagio importante", advirtió.