La felicidad se le nota desde lejos. Zaira Nara (26) va a ser mamá y tanto su sonrisa como su incipiente pancita no mienten.
La conductora y modelo está embarazada de tres meses y vive un gran momento junto a Jakob von Plessen (34), su novio.
"Desde que empecé a salir con mi novio quise preservarlo. Tiene perfil bajo. No es alguien nuevo en mi vida. Nos amamos mucho hace algunos años, pero entonces no era momento de empezar algo. Nos presentó una amiga, que estaba de novia con un amigo de él. Fue un amor intenso, pero yo pensaba 'no va a funcionar'. Venía de una gran desilusión...", arrancó la menor de las Nara.
Zaira continuó: "Venía de luchar por vivir en Buenos Aires y contestar que no cada vez que una pareja me decía '¿vivimos en Montevideo?' o '¿vivimos en Tandil?' (N de la R: en alusión al futbolista Diego Forlán y al tenista Juan 'Pico' Mónaco, con quien estuvo hasta octubre del año pasado), Jakob vivía en ¡África! ¡Era la peor de las opciones! Además, yo quería focalizarme en mi carrera. Entonces, con todo el sufrimiento del mundo, dijimos 'no es el momento' y nos separamos. Hasta que nos volvimos a encontrar a fines del año pasado, solteros los dos... Y pasamos de cero a cien en un minuto. No me importa nada más. Antes, les decía a mis novios 'te acompaño, pero estoy dejando esto o aquello'. Con Jako eso no me pasa. Siento que llegó el momento de dar el paso".
Entonces, arrancaron 2015 viviendo juntos. La modelo viajó a la Patagonia para participar por primera vez de las cabalgatas que organiza Jakob. Luego viajaron a Ibiza para hacer la presentación formal con Wanda y Mauro Icardi, a Playa del Carmen para estar solos unos días y a Austria para conocer a los Von Plessen, que nacieron y viven allá. "Hicimos escapadas de cuatro días, para que yo no tuviera que faltar al programa (Tu mejor sábado y Tu mejor domingo, por Canal 9)".
Hace poquito hicieron otro importante viaje: "Desde que nos conocimos, Jako me decía que tenía que conocer su vida en África. Él ama la naturaleza. Hace quince años que vive seis meses en la sabana y seis acá. Nos enteramos que yo estaba embarazada antes de que se fuera (tenía un viaje de un mes y medio pactado de antemano) y me volvió a decir 'no te quiero dejar. Quiero que nuestro hijo sepa lo que es África desde la panza de su mamá'. Así que me animé y viajé".
Zaira agregó: "Confirmé todo lo que sabía de él. ¡Somos tan distintos, pero también tan iguales! Descubrí que tiene un montón de amigos de la tribu Masai, a quienes les había hablado de mí. Me mostró los lugares donde me había extrañado mientras andaba a caballo. Es un amor... (suspira con ganas)".
Sobre sus diferencias, Zaira contó: "¿Viste cuando te mirás con alguien y te entendés de una? Eso. Descubrí que puedo estar en una carpa en el medio de la sabana africana, bañándome con agua de río y ser feliz porque estoy con él. Así como me acompaña a un evento y se la re banca. Nos amamos con locura y por eso vamos a tener un hijo. Yo siempre quise ser madre joven. Y él también. Entonces, me dijo: 'Ya está. Ahora que sí estamos juntos, ¡tengamos un hijo!'. Creo que él tenía miedo de que yo volviera a dudar. ¡Pero no! Estoy entregada. Con Jako aprendí a ser más libre y a conectarme con mis deseos internos. Eso sí, le dije: '¿vos querés tener un hijo? Entonces, organicémonos'. Entonces, lo de pasar seis meses en África está dejando de ser así... Empezó a hacer más cabalgatas en la Patagonia".
Sobre el final, Zaira analizó: "Jako me movió la estructura. Antes siempre estuve con personas iguales a mí, que trabajaban desde chicos, a las que sólo les importaba su trabajo y construir su futuro. Mi novio ve la vida de otra manera. Hace lo que siente. Es aventurero y salvaje. Yo crecí siguiendo paradigmas: lo que se debe hacer, lo que hay que decir... Nos complementamos. Me ayuda a ser menos racional, me simplifica. Me da una seguridad que nunca imaginé sentir con nadie. Dedicimos tener un hijo juntos porque llegó a mi vida para completarme".