Quería hacer "buena letra" y demostrar que está a la altura de un programa en "el canal de la familia". Sin embargo, Wanda Nara acaba de sumar un punto en contra para Telefe. ¿Qué pasó? Con la excusa de mostrar sus zapatos de una exclusiva marca de indumentaria, la mediática compartió por el error el guión de ¿Quién es la máscara? y desató un escándalo en las redes sociales.
En la hoja que tenía sobre su escritorio en el ciclo que conduce Natalia Oreiro se llegan a leer las pistar que reciben los "investigadores" -Wanda, Roberto Moldavsky, Lizy Tagliani y Karina La Princesita- antes de la presentación de cada participante y las posibles intervenciones que pueden hacer. Pero lo más llamativo es que la producción les da una lista de los famosos que pueden llegar a estar detrás de los disfraces.
A pesar de que Wanda eliminó la publicación al cabo de unos minutos, no pudo evitar que se viralizara en las redes y generara indignación. Sobre todo porque el contenido del guión da la pauta de que los comentarios de los investigadores distan de ser espontáneos. Y el malestar del público, sumado al bajo rendimiento del ciclo a nivel audiencia, no hace más que enojar a las autoridades del canal.
Cabe recordar que días antes del debut, la esposa de Mauro Icardi protagonizó un incómodo momento. Según informó la revista Para Ti, el problema se desencadenó por el estilismo que lució en una de las grabaciones. Vestida con un catsuit negro de Balenciaga y peinada con una cola de caballo tirante que terminaba en una trenza, la rubia molestó a Oreiro, quien se había hecho el mismo peinado.
Con el profesionalismo que la caracteriza, la uruguaya decidió ignorar ese detalle y seguir con el rodaje, pero al finalizar le dijo a la producción que este error no podía volver a repetirse, ya que como conductora del ciclo, ninguna de las otras figuras debería aparecer vestida o peinada como ella.
Si bien Wanda y su equipo entendieron enseguida que hubo un error de comunicación entre estilistas, la trascendencia de la información no le cayó nada bien al canal. Dado el historial mediático de la rubia, la primera sospecha apuntaba contra ella como la encargada de filtrar lo sucedido a la prensa. Y aunque juró una y mil veces que ella no había sido la culpable, se generó un clima tenso. De más está decir que su reciente publicación tampoco ayuda. (NA)