Alejada de los medios, Silvina Luna se encuentra en el camino del autoconocimiento y la espiritualidad. La modelo se instaló en Bocas del Toro, Panamá, donde empezó un nuevo emprendimiento: Simple y Consciente. “Un espacio de experiencias transformadoras, de búsquedas y encuentros, que da la posibilidad de repensarnos y darnos la oportunidad de crecer en tribu”, explicó en su sitio web.
Esta propuesta generó muchísimos elogios de sus seguidores, pero también algunas críticas por parte de algunos usuarios de Instagram. Mostrándose abierta al debate, Luna decidió responderles a sus detractores. “Todos “secos” seguros. . . Solo los empresarios multimillonarios pueden vivir esa mentira. ¿Qué comen frutos del bosque?”, lanzó uno de sus detractores. Y ante esa apreciación, la respuesta no tardó en llegar.
“Si querés vivir en un lugar así, se convierte en realidad y los recursos aparecen. Te lo aseguro. Acá vive gente de todo tipo, no solo millonarios. Hay gente trabajadora, emprendedores locales... la verdad es que se puede llevar una vida sin grandes lujos porque no los necesitás. ¡Y la madre naturaleza también te provee de recursos! Te propongo cambiar las excusas y los ‘pero’, por los sí se puede”, contestó Silvina.
En ese sentido, otro usuario publicó un comentario donde cuestionó el estatus social de quienes pueden vivir en playas paradisiacas. “El que tiene plata puede hacer lo que quiere. Felicidades para ustedes”, lanzó la internauta. Una frase que la modelo no dejó pasar. “Creo que es una creencia limitante la que tenés, pensar distinto quizás te abra otras puertas”, arremetió.
Luna no se arrepiente de haber abandonado la Argentina y tampoco extraña tanto, ya que sus amigos la visitan muy seguido. Uno de ellos es Rodrigo Fernández Prieto, el exmarido de Floppy Tesouro.
Aunque están envueltos en rumores de romance, ella sostiene que no están enamorados. “Él es mi amigo del alma desde que nos conocemos, hace veinte años, y le estoy profundamente agradecida porque me dio la oportunidad de conocer este lugar maravilloso y transformador. No solo a mí sino a un grupo de amigos muy unidos, que venimos desde hace 5 años a este lugar soñado”, expresó en diálogo con La Nación.
La rosarina de 41 aclara que no le puso punto final a su carrera en los medios, pero por ahora se encuentra disfrutando de la paz que tanto necesitaba. “Desde muy chica tuve la necesidad de expandirme y trabajar en el autoconocimiento. Eventos fuertes en mi vida me llevaron a profundizar sobre mi camino, y me condujeron a un despertar espiritual”, manifestó en su página web.