Aterrizó en el mundo del espectáculo en 2012 de la mano de un reality que evidenció su habilidad para la danza, pero siempre supo que ese no sería su destino final. Magui Bravi (29) tuvo un sueño y trabajó duro para hacerlo realidad. "Primero quería lucirme con lo que estudié toda mi vida, que fue el baile, y una vez que entré en los medios me puse a estudiar también actuación", reveló. Y esta temporada tuvo una gran oportunidad: llevar su arte a Carlos Paz y mostrarlo en la obra Algunas mujeres a las que les cagué la vida.
-¿Convertirte en actriz era un deseo?
-Era una meta. Cuando empecé a estudiar actuación se me empezó a encender adentro la llamita y quise mostrar también ese lado. Lo bueno de esta obra fue que tuve la oportunidad de hacerlo sin tener que combinarlo con el baile. Era actuar y sólo actuar, ese era el desafío. Además tenía que actuar muy vestida, o sea que tampoco tenía el recurso de mostrar el cuerpo.
-Compartiste escenario con Pablo Rago, ¿cómo te resultó la experiencia?
-Pablo es un genio, un gran compañero. Desde los ensayos fue un placer laburar con él.
-¿Te resultó impactante? Es un tipo con mucha trayectoria?
-Fue muy impactante. Estos son mis primeros pasos como actriz y está buenísimo que alguien de tanta trayectoria te trate y te haga sentir como una par siendo tan groso. Me hizo sentir muy bien y le estoy muy agradecida.
-Sos de compartir mucho tus fotos en las redes sociales y recibís elogios y críticas. ¿Cómo te caen las críticas?
-Si actuás hay críticas, si bailás hay críticas, siempre hay críticas. Cuando no tienen nada que criticarte, te critican lo físico. Siempre es así. La verdad es que yo me concentro en ver de quién vienen, y a partir de ahí si me sirven y si son constructivas o no. Y la verdad tengo suficiente con mi autocrítica (soy bastante exigente) como para preocuparme por las que salen en los portales o en la Web. No les doy mucha bola.
-Hace un tiempo, Silvina Luna, de quien te hiciste muy amiga, tuvo un problema de salud a raíz de una intervención quirúrgica con fines estéticos. ¿Pudiste compartir con ella algo de esa experiencia?
-Yo no me hice una intervención así y me parece una cosa súper riesgosa. Pero bueno, Silvina tiene hoy una vida espiritual mucho más grande y pienso que ya lo físico quedó de lado. Lo que compartí con ella es ese lado que quizá pocos conocen y es increíble. Es una mina que medita y lee mucho. Está muy conectada con otro lugar, y eso es lo que viví de ella. Lo demás me parece que ya pasó hace mucho tiempo y que ya quedó en otro lugar.
-Cuando una está muy pendiente del cuerpo porque es una herramienta de trabajo, ¿corre riesgos de pasarse del otro lado y volverse una obsesiva?
-Me parece que hay que contrarrestar un poco. Tengo muy claro, por ejemplo, que mi carrera como bailarina va a ser mucho más corta que la de actriz. El cuerpo no dura para siempre igual, eso lo sabemos todos. Sí, obviamente el riesgo está, sobre todo si laburás expuesto, y si tu herramienta de trabajo es el cuerpo podés llegar a tener como una obsesión.
-Tuviste una relación con el Chino Darín. El está en pareja con la actriz española Ursula Corberó. ¿Cómo te cayó la noticia?
-Me parece que está buenísimo. No sólo que le vaya súper bien en su carrera, sino que si además está bien acompañado y la está pasando bien, me parece genial.
-¿Estás en pareja?
-No. Estoy sola.
-¿Tenés ganas de estarlo?
-Yo soy súper noviera. Así que tengo ganas de estar en pareja, pero tiempo al tiempo. Ya se verá.
-¿Hay algo que te apure?
-No, cero. Nada.
-¿No sos Susanita?
-¡Soy súper Susanita! Pero estoy tan enfocada en el laburo en este momento que es como que dejé un poco de lado ese tema.