A fines del año pasado, su figura presentaba una delgadez preocupante. Por entonces, estaba en plena crisis con Benjamín Vicuña y el rumor era que Pampita sufría de una anorexia nerviosa, algo que ella desmintió. Sin embargo, por estos días, se la nota mucho mejor. Tanto desde lo físico, como desde lo anímico. "Sí, engordé por suerte. Estoy cada día mejor. La verdad es que estaba muy flaquita", comentó.
La modelo reconoció que su delgadez tuvo que ver con el efecto que le causó su separación de Vicuña. "Pasé momentos difíciles el año pasado, pero por suerte tengo mucha gente que me quiere y estoy saliendo a flote", contó en Desayuno Americano.
En ese sentido, también contó que está cerrando la historia con su ex: "Siempre hablé bien de Benjamín como padre. De hecho, pienso que es un buen padre y también una buena persona. Yo sólo tengo cosas buenas para decir de él. Fueron muchos años. No me arrepiento de nada", aseguró la modelo, quien se habría reconciliado con Nacho Viale, aunque evitó hablar del tema.