No suele dar muchas entrevistas, pero cuando habla no se guarda nada. Por eso, de visita a Los Mammones, el programa que conduce Jey Mammon en América TV, Miguel Romano repasó los momentos más icónicos de su carrera, como cuando le cortó el pelo a Freddie Mercury, atendió a Sophia Loren y conoció a su íntima amiga Susana Giménez y también reveló el motivo por el que no quería peinar a Wanda Nara en 2008, cuando se casó por civil y por iglesia con Maxi López.
“No es que pasó algo con Wanda, es que no la quise peinar para el casamiento, nada más”, empezó el estilista de 85 años. Y contó que todo comenzó en la mesa de Mirtha Legrand, donde la mediática expuso que no se habían puesto de acuerdo para que la atendiera. "Ella le dijo a Mirtha: 'Dígale que me peine'", recordó. Entonces, la diva lo llamó y le preguntó por qué se negaba a participar de un día tan importante para la hermana mayor de Zaira Nara.
Si bien no le quiso blanquear la razón que lo llevó a decir que no, en diálogo con Jey, Romano contó que fue un problema económico y dio a entender que Wanda en un principio le propuso hacer un canje, pero al ver que no daba el brazo a torcer, acordaron un precio. "Después arreglamos y la peiné en el (hotel) Alvear", remató con picardía.
Miguel Romano y el accidentado inicio de su relación con Susana Giménez
Más allá de su conflicto con la actual esposa de Mauro Icardi, el estilista recordó que cuando conoció a Susana se negó a atenderla, porque trabajaba con "estrellas, no con modelos". Pero la diva, con confianza en lo que iba a venir más adelante en su carrera, le advirtió que se convertiría en una de las figuras más importantes de la Argentina y que Romano terminaría siendo su peluquero personal.
"Le respondí: 'cuando lo seas, te voy a peinar. Pero ahora no'", contó entre risas y aseguró que la animadora es una de sus grandes amigas. "Es divina, lo más grande que hay, por fuera y por dentro", declaró y reveló que hace más de cincuenta años que la acompaña. También recordó que Tita Merello lo dejaba encerrado en su camarín para que no peinara a nadie más, que trabajó junto a Graciela Borges desde los inicios de su carrera y que arregló a Eva Perón para su funeral.