Iliana Calabró regresó este verano en Villa Carlos Paz totalmente renovada, tanto en lo laboral como en lo personal.
En la primer cuestión, porque encabeza junto a Flor de la V y Osvaldo Laport una comedia desopilante bajo la producción de Dabope, teniendo como plus dentro del elenco a los recientes ganadores del "Bailando por un Sueño", Fede Bal y Laurita Fernández.
Y en la segunda, porque durante el año volvió a creer en el amor tras su separación con Fabián Rossi. Su novio, el empresario Antonello Grandolfo, prometió estar presente en el debut de la comedia que estrena esta noche en el Teatro del Sol 2.
Pero también porque justamente vuelve a trabajar en la plaza que descubrió aquel verano de 2005, cuando Jorge Guinzburg la llevó a protagonizar la revista "Terminestor".
Ese verano se enamoró de las sierras.
"Llevo ya muchas temporadas en la villa y cada una de ellas fueron lindas y estridentes. De todas ellas tengo recuerdos maravillosos, desde aquella primera con "Terminestor" junto a Jorge Guinzburg, Miguel Ángel Cherutti y Jéssica Cirio. Esa revista fue genial, porque me permitió disfrutar a Jorge con todo su bagaje de histrionismo y sarcasmo. Fue muy lindo conocerlo y compartir escenario con él. Además, ese verano se habló mucho de ese beso que hacíamos durante un cuadro musical junto a Jéssica y que en ese entonces nos permitió romper un tabú. Por primera vez se jugaba con lesbianismo en una obra. Hoy ya es un tema incorporado y hasta legalizado. Y no ha pasado tanto tiempo", recordó Iliana en una entrevista con el diario <i<La Mañana</i>.
Interrogada acerca de cómo encara la temporada, manifestó: "Me pasa que cada vez que vuelvo, busco sorprender al público. Y ahora lo hago en esta comedia "Enredados". Tuve la bendición de poder ingresar a este equipo y elegí este proyecto entre las otras ofertas que tenía, siempre buscando volver a la villa. Por un lado, porque mamá Coca, la pasa muy bien acá. Por el otro, porque esta ciudad me permite compatibilizar el trabajo con los afectos, y es un lugar donde me siento muy cómoda. Cuando surgió esta propuesta la acepté sin dudar. Yo sabía que quería hacerlo y además se trata de una producción con la que ya había trabajado en "Mansión Imposible". Así que para mí es una alegría poder regresar con estos "Enredados" a la Villa, con este equipo que se ha armado, que es ecléctico y encontró un ritmo para este espectáculo que la gente va a quedar fascinada".
- En lo personal, tuviste un cambio muy importante en tu vida con el inicio de una nueva relación, ¿cómo estás viviendo ese noviazgo?
- Fue un año muy movilizador. Cuando se acercan estas fechas tan especiales de las fiestas pienso en la diferencia de los últimos dos años a este. Primero con el duelo de mi padre y al año siguiente con mi separación ya consumada. Sola con mi mamá, y ahora acompañada de vuelta, durante este año fui elaborando todas las cosas feas que me pasaron, que en sí son propias de la vida y me permitieron aprender a superarlas con buena energía.
- ¿Es importante para vos cerrar etapas sanamente?
- La diferencia para mí es abismal y creo que se va a notar en lo que uno hace arriba del escenario. Si bien yo he encontrado en el trabajo ese espacio para la catarsis y la diversión, cuando uno está en otra vibra u otra sintonía, las cosas fluyen mejor.
Para esta etapa de mi vida, ya pisando los 50, el encontrarme renovada es una bendición. Estos cambios son para bien. Yo vengo de una generación que un poco se resistía a los cambios, y uno tiene que soltar para incorporar cosas nuevas, y para adaptarse a los tiempos que vive. Y sobre todo, seguir adelante. La vida te da revancha, y es lindo ir por esos nuevos desafíos.