Emilia Attias y el Turco Naím se separaron luego de 20 años de pareja y una hija de 7 en común. Se dijeron muchas cosas pero habló la que faltaba.
Es que Attias rompió el silencio y hizo un extenso posteo en las redes sociales para contar qué sucedió con su separación.
La palabra de Emilia Attias:
"Cuando algo llega tan alto. Tan sublime. Se vuelve intocable. Cierro mis ojos. Respiro. Y siento mi alma caer al vacío. Como si de esa altura en la que está, se cayera, atravesando una tempestad. No estoy asustada. Prefiero la consciencia. Sentir ese viento frío en la cara.
Mis músculos rígidos, la piel seca. Abrir los ojos y fijar la dirección, a través de toda esa niebla. Reconocer cada uno de sus rincones. Mirarlos de frente. Apropiarme, con cada respiro, de esta hostilidad, para transformarla. Aceptar. Con humildad. Sintonizar la antena de la sabiduría.
Del perdón. Propio y ajeno. Aceptar. Integrar. Crecer. Fortalecerse. Templarse. Si este es el momento que me toca vivir ahora, al menos de esta manera me da fuerza. Te acompaño, donde estés, de la mano. Siempre vas a contar con eso. Siempre. Todas las noches te mando ángeles que te protejan y te iluminen. Siento orgullo por ambos.
Por como atravesamos muchas cosas. Con cuanta entrega. Sorteando nuestras propias complejas humanidades. Recuerdo la noche del jueves, mientras el show de esta noticia se desplegaba en los medios, y nuestros celulares explotaban, hablamos por videollamada, como 1 hora... acompañándonos, riéndonos con cierta tristeza, y resignación, de todas esas mentiras y condimentos que desdibujaban la realidad, propio de quien tiene una verdad a cuartas entre sus manos.
Despellejando semejante intimidad. De una manera tan liviana y desprolija. Sobre vos. Sobre mí. Por suerte sabemos quiénes somos. Y que suerte que estamos tranquilos. Solo nosotros sabemos el camino recorrido. Solo nosotros conocemos esa verdad. Y esta bendita comprensión tan profunda del otro, que no le dio lugar al resentimiento, al enojo. Te espera todo lo grande. Desplegar ese magnetismo.
Esa inteligencia. Esa inmensa capacidad. Esa potencia, tan tuya. Semejante calor adentro de ese corazón. Siempre admiré mucho de vos. No merecés que esas palabras que hoy flotan entre algunas personas, sean las que te definan. Acepto todo. Decido también. Elijo el perdón. Y el amor. El tiempo y la vida dirá después. Y, tranquilo. Que la fuerza que tengo no me la saca nadie. Tampoco a vos. La ví con mis propios ojos. Más de una vez".