Esta reducción en el valor de la divisa china que fija cada día el banco central se suma a las depreciaciones de un 1,62 % del miércoles y de un 1,86 % del martes y se enmarca dentro de la reforma sistema cambiario adoptado por la segunda economía mundial esta semana.
El yuan está controlado por el Gobierno chino, que fija diariamente su tipo de cambio de referencia (llamado paridad central) y autoriza que en el mercado se produzcan fluctuaciones en su valor de hasta un máximo de un 2 % (al alta o a la baja).
Esta es la mayor devaluación desde que China estableció en 1994 el sistema actual de flotación de la moneda.
La caída de la moneda es percibida como una forma de ayudar a las exportaciones, haciéndolas más competitivas, en un momento en que la economía sufre una desaceleración. El Banco Central defiende no obstante que es parte de una reforma del sistema cambiario, para acercarlo más al mercado.
La economía china creció en 2014 un 7,4%, su peor resultado en casi un cuarto de siglo, y este año la desaceleración ha sido aún más marcada, con una expansión de 7% en el primer semestre, aunque estas cifras están en línea con los objetivos del gobierno.
Los recortes sacudieron a los mercados bursátiles y de materias primas y generaron preocupación entre los operadores este miércoles, ante el temor de que haya un impacto para las economías que tienen estrechos vínculos con China.
Las autoridades chinas mantienen un estricto control del precio de la moneda, pero han realizado varias promesas de que van a liberalizar el mercado.
El martes, Estados Unidos reaccionó con prudencia a la devaluación del yuan. "Si bien es temprano para evaluar todas las implicaciones del cambio en la tasa de referencia del PBC (Banco Central chino), China ha señalado que los cambios anunciados el martes son una nueva etapa hacia una tasa de cambio más determinada por el mercado", dijo un vocero del Tesoro en un comunicado.
El FMI celebró la decisión del banco central chino de devaluar su moneda, afirmando que con esto Pekín inicia una "etapa positiva" orientada a una mayor flexibilidad de su moneda.
También afirmó que esta medida no tendrá "implicaciones directas" sobre su decisión de integrar o no la divisa china entre las monedas de referencia internacional.
Los analistas estiman que con el yuan en estos niveles, la Reserva Federal de Estados Unidos podría esperar para subir las tasas de interés, cercanas a cero desde fines de 2008, e incluso apuntan a la posibilidad de que se desate una guerra de monedas si otros países buscan protegerse.
Hasta ahora las autoridades chinas habían sostenido que la cotización de la moneda se basaba en información de los operadores del mercado, pero el martes el Banco Central dijo que además se va a incorporar en el cálculo indicadores como el cierre del día anterior, datos del mercado cambiario y las cotizaciones de las principales monedas.
SG Global Economics dijo en un informe que observa "una tendencia hacia una mayor depreciación" del yuan, que podría llegar a 5% en los próximos 12 meses.
Sin embargo, el Banco Central de China desestimó que vaya a haber una tendencia generalizada a la baja y afirmó que la cotización del yuan está dentro de parámetros normales.
La depreciación del yuan lastró este miércoles a los mercados asiáticos, arrastrando a las bolsas de Hong Kong y de Tokio, que perdieron respectivamente 2,38% y 1,58%.
También afectó al petróleo, que mantuvo la tendencia a la baja y tocó un mínimo en seis años en Nueva York.
La bolsa de Shanghái perdió 1,06% y la de Shenzhen 1,54%, por las expectativas de que la devaluación genere una salida de los capitales invertidos en China, acrecentando además las preocupaciones de los operadores sobre la salud de la economía del país.