La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) llevó a cabo un sorpresivo operativo en más de cien kioscos distribuidos a lo largo del país, con el objetivo de identificar sobreprecios indebidos en los cigarrillos, un producto que cuenta con una alta carga impositiva y cuyo valor de venta está regulado.
Los controles realizados por el organismo recaudador revelaron que varias marcas de cigarrillos se vendían entre un 1% y un 20% por encima del precio establecido.
Sin embargo, uno de los hallazgos fue el caso en el que se detectó que un kiosco ofrecía cigarrillos con un sobreprecio del 200% sobre el valor declarado al Estado. A pesar de la gravedad de la situación, la AFIP no divulgó la marca implicada en esta práctica irregular.
“Distorsión entre el precio de venta al consumidor y el informado por el fabricante”
Frente a estas situaciones, la AFIP decidió iniciar las vías de reclamo correspondientes por evasión impositiva en el sector tabacalero. El organismo, bajo la dirección de Florencia Misrahi, destacó que "una distorsión entre el precio de venta al consumidor y el informado por el fabricante" caracterizó el mercado de cigarrillos.
Además de detectar elusiones fiscales, el operativo de la AFIP tiene un enfoque preventivo, buscando desactivar prácticas irregulares que aumentaron desde la pandemia. Esta situación se vio agravada por la aplicación de tasas municipales que los comerciantes trasladaron al precio del tabaco, generando un impacto negativo en los precios finales al consumidor.
En un comunicado oficial emitido por la AFIP, se hizo un diagnóstico claro sobre la situación: "Existe una distorsión entre el precio de venta al consumidor y el informado por el fabricante a la AFIP, que en algunas marcas alcanza el 200% por encima del precio declarado".
Distribuidoras
La AFIP también afirmó que se encuentran en la fase final de la fiscalización de 43 distribuidoras intermediarias en el comercio de cigarrillos. Se reveló que más del 85% de estas distribuidoras son consideradas contribuyentes apócrifos o de "cartón", utilizadas por algunos fabricantes para manipular precios y evadir impuestos.
La AFIP tiene la facultad de establecer precios en el rubro tabacalero, un poder que está respaldado por la Ley Bases, donde se estipulan diversas regulaciones para las empresas tabacaleras. De acuerdo con esta normativa, el precio de los cigarrillos está compuesto en un 76,9% por impuestos que cobra el Estado, con el fin de desalentar el consumo.
En caso de que el precio de venta informado por las tabacaleras no sea adecuado para establecer la base imponible, la AFIP podrá determinar un precio distinto, salvo que las empresas puedan demostrar que su precio corresponde realmente al del mercado. (Con información de Clarín)