

Marzo se consolidó como el peor mes del año para las reservas internacionales del Banco Central, con una caída de US$ 3.131 millones. Esta pérdida resalta la creciente presión sobre el frente cambiario del país, en un contexto de alza de los dólares paralelos, incremento del riesgo país y la incertidumbre respecto al tipo de cambio. Mientras el Gobierno mantiene negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para obtener un nuevo crédito que alivie la escasez de divisas, las señales de deterioro económico continúan aumentando.
El stock de divisas del Banco Central pasó de US$ 28.117 millones el 28 de febrero a US$ 24.986 millones el 31 de marzo, alcanzando el nivel más bajo en 14 meses. Esta caída se produjo en un contexto de alta demanda de dólares, lo que llevó a un desarme de posiciones en pesos tanto por parte de inversores como de empresas, que buscaron cubrirse ante la posibilidad de una devaluación. La pérdida de reservas de marzo superó a las de enero (US$ 1.310 millones) y febrero (US$ 190 millones), lo que refleja la creciente presión sobre las arcas del Banco Central.
El gobierno recurre a la venta de reservas y la intervención en bonos para sostener el tipo de cambio
El Gobierno, para evitar una devaluación abrupta del peso, sigue vendiendo reservas en el mercado cambiario con el fin de sostener la cotización del tipo de cambio oficial, que sube un 1% mensual. Desde que las tensiones cambiarias se intensificaron a mediados de marzo, el Banco Central vendió US$ 1.766 millones, casi el 80% de las compras realizadas en febrero, que habían sido impulsadas por el anuncio de la baja de retenciones, según estimaciones de LCG.
Además, recurrió a intervenciones en el mercado de bonos para contener la brecha cambiaria, lo que también contribuyó a la fuga de divisas. Aunque las pérdidas por esta vía fueron menores en febrero (US$ 456 millones) en comparación con enero (US$ 932 millones), la consultora LCG advirtió que "en marzo, con la inestabilidad asociada a la evolución del esquema cambiario, entendemos que esta vía de drenaje de divisas volvió a ser relevante". A pesar de los esfuerzos, el dólar MEP y el CCL subieron un 9% y un 8% respectivamente, alcanzando valores cercanos a los $1.340, con una brecha de alrededor del 24%.

Factores externos e internos que afectan la fuga de divisas
La salida de divisas también se vio impulsada por los pagos de deuda y una menor oferta del sector agroexportador en la segunda parte de marzo. Aunque el agro cerró el mes con una liquidación de US$ 1.800 millones, esta cifra se ubicó por debajo de los US$ 2.000 millones de los meses anteriores. A pesar de la baja temporal de retenciones, la comercialización del agro se muestra "lenta", con solo el 17% de la oferta doméstica comprometida, 7 puntos porcentuales por debajo del promedio histórico, según la Bolsa de Comercio de Rosario.
Por otro lado, la oferta de divisas proveniente de la liquidación de préstamos en dólares a empresas también se redujo considerablemente. Martín Polo, economista de Cohen, destacó que los préstamos al sector privado crecieron solo US$ 384 millones en marzo, la menor cifra desde agosto de 2024. Al mismo tiempo, los depósitos privados en dólares continuaron cayendo, pasando de -US$ 183 millones en enero a -US$ 1.082 millones en marzo, lo que refleja una falta de confianza en la estabilidad económica del país.
Incertidumbre por el acuerdo con el FMI y las tensiones políticas internas
En el equipo económico, se cree que la fuga de divisas en marzo responde en parte a la "incertidumbre por el acuerdo con el Fondo y la política cambiaria". Según fuentes oficiales, algunos importadores pidieron dólares anticipados que no van a necesitar, mientras que algunos exportadores decidieron no liquidar sus divisas, pero tienen previsto hacerlo más adelante.
La expectativa oficial es que el flujo de dólares se normalice "en los próximos meses" cuando se cierre el acuerdo con el FMI, lo que podría aliviar temporalmente las tensiones cambiarias.
Mientras tanto, las negociaciones con el FMI siguen siendo un tema de tensión. Javier Milei y Luis Caputo regresaron de su viaje a Estados Unidos sin conseguir avances significativos en el acuerdo por US$ 20.000 millones. La misión coincidió con una semana complicada para el Gobierno debido a la implementación de nuevos aranceles recíprocos del 10% para Argentina, lo que provocó una caída en las bolsas y una aceleración en la suba del riesgo país, que alcanzó los 925 puntos. Según el análisis de Econviews, "del viaje repentino a Estados Unidos también se desprende que las negociaciones están tensas y que ahora Argentina tiene urgencia". (Con información de Clarín)