El productor citrícola de Concordia Ricardo Rigoni debió desechar 200 mil kilos de mandarinas, tras haber intentado colocar la producción en el mercado interno y hasta regalarla, sin resultado, en medio de la crisis del sector.
"Tuve que pagar para tirar la fruta. ¿Sabés lo que es tener que irte para que no te vean llorando los cosechadores?", confesó Rigoni mientras se filmaba un video donde los empleados tiraban al piso las mandarinas.
Además, señaló que "el año pasado perdí 400 mil pesos. Yo un año de trabajo lo tiré. Esto te hace llorar. Ponete en el lugar de que te entren y te roben todo. Bueno, esto es lo mismo. Trabajás un año para nada", indicó a <i>Elentrerrios</i>.
Las imágenes son por demás elocuentes, ya que dos centenares de miles de mandarinas de exportación, de la variedad nova, cubren el pasto en la quinta del citricultor Ricardo Rigoni.
"Es fruta de exportación que siempre se vendió. Por ejemplo, el año pasado la Citrícola Ayuí (planta fabril paralizada). Es fruta que tiene incluso fertiriego, toda la tecnología", explicó Rigoni.
Explicó que "la nova tiene un período de espera y no la quiero esperar más porque ni siquiera la querían en las fábricas, porque están saturadas. Si yo la sigo esperando, estreso la planta y el año que viene no va a cargar ni la mitad".
Rigoni precisó que ya tiró 200 mil kilos y un poco más: "Me quedan dos líneas nada más. Tuve que pagar para tirar la fruta", lamentó.
"En tiempos normales, como es fruta buena, tengo mucha gente interesada en comprármela. Le he vendido a Ayuí porque se la llevaban toda de una sola vez. Yo no soy más que productor. No soy ni empacador ni exportador", definió.
Antes de llegar al extremo de tener que tirar las mandarinas, intentó colocarlas en el mercado interno: "Anduve por Mendoza pero no hay caso, está tan trancado esto que no tiene salida. La quise regalar y ni así la quisieron. Iban a pagar 60 centavos el kilo".
"Yo tengo casi 5.000 plantas de nova. 2500 de ellas en producción y 2.500 que planté el año pasado. Hay muchas y no tienen mercado interno, es más que nada para exportación. Y esto no es un fierro al que yo puedo guardar y vender después. Lo tengo que tirar", insistió.
En 2014 vendió a 1,90 pesos el kilo. Vengo de la crisis también de Ayuí. Venimos complicados de todos lados", dijo en referencia a la empresa frutícola que estuvo relacionada con Francisco de Narvaez.
El desolado productor ratificó que el auxilio oficial jamás le llegó: "Lo de la ayuda del gobierno es todo mentira, para la tribuna. Al productor no llegó nada".
Hace dos meses estuvo con el ministro de Producción de Entre Ríos, Roberto Schunk quien le dijo: "le doy mi palabra de honor que en 10 días usted está cobrando lo de Ayuí. Hace dos meses o tres y todavía estoy esperando. La política hoy no tiene cara, ni palabra, no tiene honor, no tiene nada", indicó Rigoni.
No obstante, aclaró que "si te dan subsidios de 30.000 pesos no se soluciona nada. La idea es que te dejen laburar estos tipos", desde su quinta cítrica a la que se ingresa por la ruta 128 entre Santa Amelia y Los Charrúas del Departamento Concordia.