En el norte santafesino, el 82 % de los ganaderos tienen menos de 100 cabezas. Hacen ganadería de subsistencia. A raíz de la sequía, un grupo de productores y gente de la ciudad, se conglomeraron detrás de la idea de ayudarlos. De forma espontánea, empezaron a llevar agua, y luego alimento balanceado para los terneros. Según uno de los organizadores, Juan Capozzolo, una experiencia emocionante ante un drama de magnitud histórica.
En diálogo con El campo hoy, remarcó que esto surgió "cuando empezamos a tomar conocimiento de productores que se les estaba muriendo la hacienda por falta de agua. Se empezaron a juntar las cubas para llevar, y conseguimos un camión para llevarlas".
Según el productor, cuando el grupo llegó al lugar, se dio cuenta de la real situación. Se preocuparon más todavía y vieron que no alcanzaba con llevar agua; por lo que fueron a comprar alimentos balanceados para terneros y hacer el destete, para salvarlos y salvar la madre.
"Empezamos a hablar, los medios empezaron a tomar conciencia, y allí comienza el tema de lo que es el campo, y como es la zona a. Los Bajos Submeridionales son 2 millones de hectáreas, una zona totalmente distinta".
Según el productor, esta seca no se puede prever, porque resulta que más allá de los 2 metros brota agua salda y agua con arsénico que arruina todo, que además en los últimos días duplicó la concentración de sal.
"Las represas, al ser de poca profundidad, tienen una exposición al sol muy grande, y se e vaporan, se van quedando sin nada. Se puede hacer reserva para un año, pero no para tres años, desapareció el agua, y donde el productor empezó a llevar agua, la hacienda se empezó a quedar ahí, y sobre pastoreó todo. Ellos se quedan a esperar el agua, esa imagen de esas vacas lamiendo la humedad que quedó en el camión donde venían las cubas, eso hizo un click en la gente".
Movida solidaria
Capozzolo reconoce que de golpe se armó esta movida, muy emocionante. "Hasta ahí íbamos poniendo nosotros, un grupo que se armó en la 125, pero la gente empezó a llamar, a ofrecerse. Y nos dejaban el combustible pago en las estaciones de servicios para que sigamos llevando camiones.
El camionero nos decía sigamos día y noche, porque veía lo que el productor recibía. Gente tan emocionada que no podía hablar, porque hay que estar para entender lo que está sucediendo".