Las exportaciones de cereales, oleaginosas y derivados, otrora las que más divisas generaban para el país, tuvieron un semestre complicado. No en términos de volumen, en los que se registraron subas de hasta 126% interanual, para el caso del trigo, sino de valores, en medio de la fuerte retracción de los precios internacionales de las materias primas, que promedian 25% de caída interanual.
Al cruzar los datos de embarques fiscalizados por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), que difunde las toneladas certificadas, con los del Intercambio Comercial Argentino (ICA), difundidos por el Indec la semana pasada, queda en evidencia que en el primer semestre de 2015 se tuvieron que exportar 58% más de granos y oleaginosas, para conseguir solo 8% más de dólares que en el mismo lapso del año anterior.
De acuerdo con el informe del Senasa, entre enero y junio últimos se certificaron exportaciones de 34,8 millones de toneladas de cereales, oleaginosas y subproductos, 58% más que las 22,1 millones de toneladas colocadas en el exterior en igual período de 2014.
Según las cifras del Indec, en el apartado de Productos Primarios, que determinó una baja de 1% en la variación interanual, las subcategorías Cereales, y Semillas y frutos oleaginosos sumaron en los primeros seis meses del año u$s 5770 millones, 8,1% o u$s 433 millones por encima de los u$s 5337 millones que esos productos significaron en el primer semestre de 2014.
Las razones para el exiguo crecimiento de las divisas generadas por los granos están en la abrupta caída de los precios internacionales de los commodities agrícolas, ante las supercosechas globales, una demanda que no crece como la oferta y algunos problemas macroeconómicos en los principales destinos de esas producciones primarias.
En ese sentido, las cotizaciones internacionales de la soja se ubican hasta 26% promedio por debajo del primer semestre de 2014. Entre enero y junio pasados, con una cosecha récord y compradores ávidos por la "barata", el Senasa certificó embarques de soja sin procesar por 5,7 millones de toneladas, 45% por encima de exportadas en el primer semestre de 2014. De ese total, 5,1 millones de toneladas tuvieron destino China, con 60% de crecimiento interanual.
El derrumbe de precios internacionales llegó hasta el 33% para la harina de soja, principal derivado del poroto y primordial producto de exportación argentino por excelencia. En los primeros seis meses, ese subproducto sumó 10,7 millones de toneladas exportadas, 52% más que en el mismo período de 2014.
El boom de cantidades exportadas también se sintió en los cereales. Esa categoría, según el Senasa, registró un aumento interanual de 46%. Trigo y maíz, ambos con fuerte control comercial por parte del Estado desde 2007. Ante el derrumbe de los precios, con bajas interanuales en torno a 25%, y con muy buenas cosechas en ambos cultivos, el Gobierno flexibilizó las aperturas para vender al exterior esos productos. Así, las ventas externas de trigo entre enero y junio últimos sumaron algo más de 2,7 millones de toneladas, 126% por encima del mismo plazo del año anterior (1,22 millón de toneladas). En maíz, la expansión interanual llegó a 85% al pasar de 4,98 millones de toneladas en el primer semestre de 2014 a las 9,2 millones de toneladas certificadas por el Senasa entre enero y junio últimos.