El Gobierno nacional sigue evaluando el nuevo esquema que pondrá en marcha cuando, el próximo 22 de diciembre, termine el impuesto PAIS, una medida que desde su creación permitió ampliar la recaudación fiscal y controlar la salida de dólares hacia el exterior.
En este contexto, las autoridades aseguran que el dólar turista, que hoy es el tipo de cambio más caro, continuará con un fuerte recargo para evitar una mayor fuga de divisas.
Para ello, se barajan diversas opciones, como incrementar las percepciones vigentes o crear un nuevo régimen de retenciones, con el fin de garantizar que el tipo de cambio para los consumos en dólares fuera de Argentina siga siendo alto.
“No hay chances de que el dólar tarjeta sea barato"
Actualmente, el denominado "dólar tarjeta" o "dólar turista" cotiza a $1.625, un valor que se calcula aplicando un 60% de recargos sobre el tipo de cambio oficial. Este recargo se distribuye en un 30% correspondiente al impuesto PAIS y un 30% adicional como percepción del impuesto a las Ganancias o Bienes Personales.
Si el impuesto PAIS fuera eliminado, el valor del dólar tarjeta bajaría a $1.321, lo que pondría en riesgo el objetivo de frenar la salida de dólares. Para evitar esta baja, el Ejecutivo estudia ajustar las percepciones de Ganancias o Bienes Personales a un 60% o más, asegurando que el dólar turista continúe siendo el más caro.
A pesar de que aún no se definieron los detalles finales de la medida, fuentes oficiales aseguraron en las últimas horas que "no hay chances de que el dólar tarjeta sea barato" y recalcaron que el objetivo principal es "administrar" las reservas del Banco Central. "Tenés que pensar en alguna salida con incremento en las percepciones, no puede haber otro impuesto porque debería pasar por el Congreso", precisaron las autoridades, dejando claro que la estrategia será mantener el control sobre la salida de divisas.
El dólar turista y sus modificaciones desde su creación
La medida nació como una herramienta de emergencia, pero evolucionó en un complejo sistema de tipos de cambio.
El dólar turista fue creado en 2019 bajo la gestión de Alberto Fernández, con la implementación del impuesto PAIS, con el objetivo de regular la salida de divisas por turismo. Inicialmente, se presentó como una medida de emergencia ante la crisis económica, pero con el tiempo se fue modificando y ajustando, convirtiéndose en uno de los múltiples tipos de cambio existentes en el país, junto al dólar ahorro, el dólar MEP, el CCL, el blue, el mayorista y el importador, entre otros. Esta multiplicidad de tipos de cambio ha generado distorsiones en la economía, con un fuerte impacto en la demanda de dólares y la capacidad de las reservas del Banco Central para sostenerse.
La mirada de especialistas
Ahora, con el vencimiento del impuesto PAIS, el Gobierno se enfrenta a la necesidad de encontrar una alternativa para mantener el dólar turista elevado, dado que la desaparición de este tributo podría llevar a una caída significativa en el tipo de cambio para quienes viajan al exterior o hacen compras con tarjetas en moneda extranjera.
"Cuando un cuerpo normativo cae porque se suspende o deroga un impuesto, caen con él todos los regímenes de percepción que se instrumentaron para captarlo, lo que podrían hacer es crear otro régimen de percepción similar no ligado al impuesto PAIS, permitiendo la exclusión o devoluciones", explicó Alberto Mastandrea, socio de impuestos de BDO.
Sin embargo, la flexibilidad para modificar estos regímenes es limitada. "Si el impuesto termina en diciembre, la única forma de mantener el dólar turista caro es que aumenten las percepciones, que son facultades del Ejecutivo, pero no creo que puedan fijarlas en más del 35%, así que no podrían tener un dólar de $1.600", advirtió Sergio Caveggia, socio de impuestos en EY. Esta limitación plantea un desafío adicional para el Gobierno, que deberá encontrar el equilibrio entre mantener el control sobre la salida de divisas y no generar un impacto negativo en el mercado cambiario.
El Gobierno también enfrenta el desafío de reducir el déficit en la balanza de pagos por turismo, que alcanzó los US$3.939 millones en los primeros nueve meses de 2023, el más alto desde 2019. Aunque en los últimos meses se flexibilizó el cepo cambiario, con una reducción del impuesto PAIS al 7,5% para las importaciones y la disminución del plazo de pago de importaciones a 30 días, el tipo de cambio para los consumidores sigue siendo el más alto, lo que ha generado un desajuste en la economía. (Con información del diario Clarín)