La reciente campaña del Barsa, además de exitosa por la conquista de la triple corona, fue especial. Y no sólo por lo estrictamente deportivo, también fue la última de una de las leyendas azulgrana. Porque Xavi, el eterno volante e infalible socio de juego de Messi, decidió continuar su carrera en Asia. Y, en esa sintonía, el español fundamentó su determinación con total sinceridad: "En febrero empecé a plantearme que había llegado el momento de tomar una decisión, ya no estaba participando tanto en el equipo. Bartoméu vino a casa a ofrecerme la renovación. Le agradecí y lo valoro, pero a mis 35 años quiero disfrutar del fútbol de otra manera. Aquí tengo una propuesta tres en uno: familia, deporte y vida. Estar en el Barsa también es estresante, estás observado con una lupa en todo momento. Llevo 17 años así. La decisión ya estaba tomada. Mi tiempo ya ha pasado. Es normal, le pasa a todos".
Pero además de revelar el porqué de su traspaso, el mediocampista no escatimó palabras de gratitud para todo el pueblo y público culé: "Mi partida del Barsa fue de una manera insuperable, me voy querido. La gente me daba las gracias y soy yo el que tiene que estar agradecido a todos. Me llevo ese recuerdo para toda la vida".
De este modo, y en diálogo con el diario Sport, Xavi se mostró feliz por la aventura que emprende en la tierra qatarí y habló de las expectativas que le genera. "Me ilusiona todo, es un proyecto familiar para formarnos en un futuro futbolístico (lo acompañan sus hermanos Oscar y Alex, que trabajarán en la Academia Aspire). Es un cambio de vida y nos han tratado de maravilla. Hay un proyecto deportivo muy bueno, quieren volver a ganar la Liga y la Champions de Asia", comentó.
Finalmente, explicó el porqué desestimó la chance de pasar al PSG y sí eligió al Al - Saad: "No quiero jugar en Europa. Ya hice todo ahí, no puedo lograr más cosas. Sería una traición".