Un accionar aberrante empañó lo que fue el enfrentamiento entre West Ham y Manchester United (ganó el local por 3 a 2). En la previa al compromiso disputado en Boleyn Ground Stadium, los simpatizantes de los Hammers apedrearan y le tiraron botellas y cerveza al micro que trasladaba al plantel de los Diablos Rojos, lo que produjo el retraso del partido.
Ante este panorama, la dirigencia del club tomó una medida ejemplar, y que bien podría ser imitada por estas latitudes. "Sabemos que algunos aficionados actuaron de forma inapropiada y atacaron el micro del Manchester United en las inmediaciones del estadio del barrio. No es aceptable y trabajaremos con la policía para identificar a los responsables y sancionarlos de por vida", explicó el comunicado emitido por la directiva.
Una vez finalizado el pleito, Wayne Rooney, emblema del equipo rival, se refirió a lo acontecido en el viaje: "Estoy seguro que el West Ham, como club, está disgustado por el comportamiento de sus hinchas".