Cuando el partido había terminado en empate 0 a 0 y los jugadores de Cipolletti se retiraban hacia la manga fueron agredidos desde la tribuna local. Los hinchas lanzaron proyectiles y dos de los futbolistas (Jesús Vera y Gustavo Del Prete) terminaron con cortes y heridas en la frente y el pómulo.
Los futbolistas recibieron las primeras atenciones dentro de la cancha y luego trasladados al hospital de General Roca.