Las barras se habían cruzado antes del partido, en las afuera del estadio Pascual Guerrero: dos hinchas del Deportivo Cali teminaron heridos de arma blanca. Entonces, hubo venganza: tras el partido por la Copa Aguila, el Frente Radical Verde fue por la revancha contra los del Barón Rojo, y se dieron con todo dentro de la cancha.
Fue un descontrol impresionante, con corridas, hinchas armados con palos y hasta cuchillos. Se vieron trompadas y patadas por todos lados. La policía empezó a reprimir, hubo gases lacrimógenos y disparos. Mientras, algunos buscaban guarecerse. No terminó ahí la violencia, porque la siguieron fuera del Pascual Guerrero: hubo balazos, persecuciones y personas que corrieron por su seguridad.
Según le informaron a Olé en el diario El País de Cali, hubo 21 heridos, algunos de ellos de gravedad. Los detenidos fueron 85. Además, la Federación Colombiana actuó de inmediato: cinco partidos sin público para ambos equipos (tres en Copa Aguila y dos en Liga). Además, por otros dos partidos no podrán ocupar dos tribunas habituales de los hinchas más revoltosos. Además, no se televisará el próximo partido de ambos equipos por Copa Aguila.