Desde su génesis, la misión del Valencia asomaba compleja. Con el debut de Gary Neville en el banco, recibía al Lyon en Mestalla sumergido en la obligación de ganar para mantener el sueño vivo, aunque ni siquiera logrando ese resultado podía garantizarse el pase a los octavos. El KAA Gent de Bélgica enfrentaba al Zenit de San Petersburgo (clasificado y con el primer puesto garantizado) dependiendo de si mismo, y por eso, la situación del equipo Che se fue volviendo cada vez más compleja, a medida que iban pasando los minutos. Y finalmente no pudo ser: cayó 0-2 y quedó eliminado.
El arranque había sido auspicioso para los locales. Un Rodrigo De Paul activo y desequilibrante lanzó dos centros precisos de corner que casi le dan la llave al Valencia para abrir el marcador. El primero fue cabeceado por Shkodran Mustafi al palo, y el segundo, desviado por el mismo jugador, tuvo destino de gol. ¿Pero qué pasó? El árbitro lo anuló por una supuesta falta. Como si todo esto fuera poco, Enzo Pérez debió salir a los 23 del primer tiempo por una molestia en uno de sus isquiotibiales , y el Valencia perdía a un jugador clave.
Lentamente, el Lyon comenzó a ganar protagonismo en el partido, y el joven marfileño, Maxwel Hornet trasladó esa incipiente supremacía al marcador. Tras una gran jugada individual en la cual desorientó a toda la defensa, sacó un preciso remate que se clavó en el ángulo para el 1-0. En Bélgica, el Gent estaba cumpliendo su parte por la mínima ante los rusos, y la ilusión era más utópica que nunca.
Ya en el complemento, el Valencia se jugó lo poco que le quedaba para brindar y logró inclinar la cancha a su favor, a pesar de que las luces creativas de sus jugadores, De Paul por citar un ejemplo, se empezaron a apagar. La contracara fueron los enormes espacios que dejó en su campo, y que terminaron siendo aprovechados por el conjunto francés. Alexander Lacazette encabezó el contraataque del 2-0 que terminó de sepultar cualquier aspiración, y esto sumado al 2-1 que logró el Gent ante el Zenit, terminó de darle el golpe de gracia.
El Valencia, que también contó con Pablo Piatti (ingresó en el segundo tiempo por De Paul), deberá conformarse con jugar la Europa League, mientras que al Lyon, ni siquiera la victoria le alcanzó para rescatar algo y solo competirá a nivel local en lo que resta de la temporada.