El jamaiquino Usain Bolt disputó en Kingston la última carrera delante de su público ganando unos 100 metros que estuvieron cargados de emoción y simbolismo.
Bolt hizo un tiempo de 10,03 y no pudo bajar la barrera de los diez segundos por quincuagésima primera vez en su carrera. Sin embargo, la marca era lo de menos para la superestrella.
"Creo que nunca estuve tan nervioso antes de una carrera", dijo el astro jamaiquino de 30 años, que dejará el atletismo en agosto en los Mundiales de Londres.
Tras ganar la prueba, Bolt se arrodilló y besó la línea de meta en medio de los fuegos artificiales y la ovación de 30.00 personas en el Estadio Nacional de Kingston. Luego, recibió un trofeo de su histórico entrenador Glen Mills.
Entre los asistentes estuvo el británico Sebastian Coe, presidente de la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF).
"Estoy aquí para agradecer a alguien que ha cambiado el rostro de nuestro deporte", dijo Coe, que destacó que Bolt fue una inspiración para muchísimos jóvenes.
Bolt se mostró emocionado, aunque reconoció que su carrera del sábado no fue para nada buena. "Creo que ha sido una de mis peores carreras. Pero no estaba preocupado por el tiempo, sólo quería competir delante de mis fans".
El jamaiquino tendrá ahora un par de meses para ponerse a punto y disputar sus últimas pruebas antes de su despedida oficial en Londres. Su última carrera será el 12 de agosto, nueve días antes de cumplir 31 años, en los relevos por equipos.
Bolt pondrá entonces fin a una carrera mítica en la que ganó ocho oros olímpicos y once títulos mundiales y logró las plusmarcas todavía vigentes en los 100 y 200 metros.