Uno de los partidos que nadie quiere jugar fue el que protagonizaron Uruguay y Jamaica en el Levi's Stadium, por la tercera jornada del Grupo C de la Copa América Centenario. Ya eliminados por sendas derrotas en las primeras presentaciones, fueron en búsqueda de la alegría por el honor: los comandados por Oscar Tabárez ni se despeinaron para triunfar por 3 a 0.
La Celeste, que llegaba a Estados Unidos como uno de los favoritos al título, recién se reencontró con el fútbol esperado en la triste despedida. No tuvo a Luis Suárez, quien todavía se recupera de una lesión y trata de olvidar el fastidio que le produjo la prematura salida del certamen continental, pero se las ingenió para dominar a su rival y festejar con justicia.
En la tarde del juego 100 de Diego Godín con la camiseta de su país, la diferencia de jerarquía entre los equipos se hizo evidente, de principio a fin. Los jamaiquinos trataron de exigir con más entusiasmo que ideas, pero terminaron de rodillas frente a la gran noche de Nicolás Lodeiro.
El mediocampista de Boca, respuesto de una operación de meniscos, fue clave porque habilitó a Abel Hernández, el autor de la primera conquista, a los 20´ del primer tiempo. Pero no conforme con esa deliciosa asistencia, el 14 forzó el segundo, con un centro que Je-Vaughn Watson envió al fondo de su propia valla cuando se disputaban 20? de la etapa complementaria.
El tramo restante del encuentro fue un concierto de equivocaciones de Edinson Cavani, quien quiso anotar por todos los medios, sin la precisión adecuada o sufriendo la irrupción del palo para negarle la conversión. Las cifras definitivas las estampó Mathías Corujo, a tres minutos del cierre, con una corrida y posterior definición rasante al palo más lejano.
Así las cosas, los Charrúas se despidieron rápido con 3 unidades pero con la frente en alto, pensando en recobrar la versión pretendida en la reanudación de las Eliminatorias Sudamericanas, donde marcha encaminado hacia Rusia 2018. Los de Winfried Schaefer expusieron sus inmensas falencias, aunque con la convicción de aprender de los errores para volver con mayor competitividad en el corto plazo.