Cinco sobrevivientes —el arquero Matías Castro; los defensores Ema Brítez y Leo Sánchez; los volantes Nicolás Bruna y Mauricio Martínez— del equipo anterior y seis refuerzos: el lateral Cardozo, la vuelta de Barisone, la llegada de Fabro, el desembarco de Triverio, la novela de Malcorra y el retorno de Claudio Guerra. Así se armó el primer once titular de Unión para debutar mañana en la cancha de Sportivo Belgrano, desde las 17.15, en una ciudad de San Francisco.
En el contexto de los llamados “nuevos”, varios de los retornos para esta temporada ya conocen el Mundo Unión: dos de ellos serán titulares (Diego Barisone en la cueva y Claudio Guerra arriba) y uno se quedó afuera por lesión (el “Memo” Fausto Montero).
No deja de llamar la atención una particularidad del armado del nuevo Unión, que puede darse de casualidad o que se terminó dando por las cuestiones de mercado: el ala izquierda del equipo se conoce de memoria porque conocen el movimiento de memoria al venir los dos —Cardozo y Malcorra— de Aldosivi de Mar del Plata. Arriba, en la ofensiva, pasa algo similar con el binomio Claudio Guerra-Enrique Triverio, que formaron parte del Defensa y Justicia que ascendió con Diego Cocca.
Sin dudas que la llegada de Guerra, Triverio, Gamba y Soldano, todos delanteros de oficio, hablan a la clara de la falta de gol del equipo en el torneo anterior. “Nadie nos pasó por arriba en la otra temporada, pero nos faltaba esa decisión y peso ofensivo en los metros finales de la cancha”, explicó Madelón en la pretemporada.
Entre las bajas de un campeonato a otro hay que decir que Unión perdió a los dos jugadores más desequilibrantes a la hora de generar situaciones de gol y provocar infracciones. Uno es el tucumano Sebastián Palacios; el otro es el uruguayo Alemán (casualmente, se reencontrarán los dos en el mismo equipo: Arsenal de Sarandí).
Por eso será fundamental la inserción de Fabro por derecha y de Malcorra por izquierda al momento de generar juego por las bandas. A priori, el cambio accidentado de Mauricio Martínez por Fausto Montero le quita manejo al mediocampo pero le agrega equilibrio.
El entrenador, los jugadores, los dirigentes y la gente saben que la posibilidad que nace mañana es única e irrepetible. “Sólo recuerdo algo similar en el año ‘86”, recordaba Carlos Alberto Trullet en una de las tantas entrevistas.
Son once equipos y ascienden cinco. “Es como alcanzar la gloria saliendo en la mitad de una tabla”, se ilusionan los más optimistas. “Cuidado, que todos se van a potenciar por alcanzar el mismo sueño”, advierten los más pesimistas.
De todos modos, hay algo que está claro en el Mundo Unión: llegó el momento de pensar en una sola cosa. Pensar que siendo tan grande del objetivo se resume con una sola letra: “A”.