La Unión de Rugby de Nueva Zelanda (NZR) fustigó a los jugadores de la franquicia neozelandesa Crusaders, vigente campeón del torneo Super Rugby, por haberse entrenado en la ciudad de Christchurch ignorando la cuarentena por la pandemia de coronavirus, indicó hoy la prensa del país oceánico.
"Las reglas de cuarentena son muy simples, si hace ejercicio, debe ser solo o con las personas con las que vive", dijo el director ejecutivo de la NZR Mark Robinson.
"Algunos de los jugadores de Crusaders no han seguido estas reglas y eso es inaceptable. Les hemos recordado a todos los involucrados en el rugby que deben cumplir con las pautas COVID-19 del gobierno de Nueva Zelanda y esta situación no debe volver a ocurrir", explicó el ejecutivo de la Unión.
En la víspera una declaración de Crusaders indicó que la sesión de entrenamiento fuera realizada por un grupo de jugadores que vivían juntos, junto con un segundo grupo, consignó el sitio de Nueva Zelanda Newshub.
El gerente de Crusaders, que en el Super Ruby pasado le ganó la final a Jaguares de Argentina, Colin Mansbridge, dijo que la práctica había sido un mal ejemplo para la comunidad.
"En medio de la pandemia de COVID-19, este es un momento en que nuestra comunidad necesita trabajar juntos y cuidarse unos a otros, y nuestros jugadores son líderes sociales en ese sentido y no debería hacer estas cosas", explico Mansbridge.
Jugadores de Crusaders se juntaron para entrenar en Christchurch y la actividad de los rugbiers fue mal recibida por parte de testigos y funcionarios de salud, quienes exhortaron a los jugadores a recordar el papel que juegan en público, indicó el sitio Newshub.
Crusaders confirmó que había tres grupos de jugadores involucrados en la actividad y en una de ellas, la figura Richie Mo'unga, tiene a su mujer Sophie embarazada.