Pasaron casi seis años y la herida sigue abierta. La sensación generalizada es que la Selección Argentina que dirigía Alejandro Sabella hizo el partido casi perfecto aquella tarde en el Maracaná en la final ante Alemania y merecía quedarse con el triunfo. Pero si no fue totalmente perfecto fue precisamente porque falló en la definición y lo terminó pagando muy caro en el alargue.
Argentina realizó un planteo muy inteligente y fue superior durante los 120 minutos, pero en la Final de un Mundial desperdió chances que le costaron caro, no una sino tres veces: primero Gonzalo Higuaín, después Lionel Messi y por último Rodrigo Palacio.
Claudio Gugnali, uno de los ayudantes de Sabella recordó con angustia ese partido y opinó sobre cada una de las jugadas que podrían haberle dado a la Selección su tercera Copa del Mundo: "La de Palacio fue la más clara y la de Messi cada vez que la vez pasa más cerca del palo; pelota en diagonal de izquierda a derecha, cruzada al segundo palo, gol, es lo que siempre pasaba cuando Leo hacía esa jugada. Esta pasó a centímetros pero igual, si tengo que reprocharle a alguien que erró un gol pese a lo mucho que lo quiero y el gran respeto que le tengo es al Pipa porque esa para él era su medio de vida. Hubo un error garrafal del volante que la baja para atrás sin ver que el Pipa estaba saliendo y se la dejó picando al borde del área", expresó sin entrar en bajezas contra el hoy delantero de la Juventus.
"Estos pibes no pudieron ganar. Estuvieron mucho tiempo intentándolo y no la pudieron ganar, me da una pena", cerró Gugnali sobre generación brillante que podría haber ganado todo y no logró ganar nada.