Giovanni Simeone marcó los tres goles de la victoria de Fiorentina 3 a 0 sobre Napoli, que llegaba con la motivación al máximo después de vencer a Juventus y ponerse a punto en la pelea por el Scudetto. Los napolitanos perdieron fuera de casa después de 547 días.
El delantero argentino tuvo una de las mejores actuaciones de su vida y le dejó servido el título a la Vecchia Signora, que ayer derrotó agónicamente al Inter 3 a 2, en Milán, y a tres fechas del final se encamina hacía una nueva consagración.
Gio fue determinante desde el arranque del juego, cuando fue derribado por Kalidou Koulibaly y provocó su expulsión. Iban tan solo 7 minutos cuando el héroe del pasado domingo con su gol en Turín se tuvo que ir a las duchas por una falta de último hombre y la roja directa.
Luego, el ex delantero de River y Banfield se encargó de sentenciar al Azzurri con tres definiciones de goleador dentro del área. Primero ante la salida desesperada de Pepe Reina antes del descanso y luego con dos conversiones en la parte final. Noche consagratoria en Firenze y de desilusión para los del Sur de Italia.