La decisión fue tomada por los dirigentes atendiendo a un pedido de la oposición en conjunto, que les había solicitado en una carta formal declarar al delantero persona no grata para impedirle volver a pisar el club excepto como integrante de una delegación visitante, algo que finalmente no sucedió debido a sus implicancias legales.
La revocación del carnet, así, buscará darle un cierre simbólico al enojo que provocaron las acciones del atacante en la serie de cuartos de final frente al Xeneize por la Copa de la Superliga.
La determinación de la directiva encabezada por Sergio Rapisarda se tomó encuadrada en el artículo 28 inciso b y c del estatuto social.