Nicolás Bonelli (41 años) atraviesa un 2024 complicado en el TC, tanto en lo deportivo como en lo presupuestario. El piloto del RUS Med Team se enfrenta a un cierre de año difícil, con resultados que no acompañan y un presupuesto ajustado. A su vez, se encuentra analizando qué pasos seguir de cara al futuro dentro de la "máxima". Aunque aún no ha tomado una decisión definitiva, el uruguayense no sabe si continuará en el equipo de Mauro Medina, si lo hará con el Chevrolet Camaro que estrenó hace una fecha o si optará por el Ford Mustang que está armando en su taller de Concepción del Uruguay.
“Para el año que viene tengo que pensar cómo seguir. Me siento cómodo en el equipo, pero no estamos consiguiendo los resultados. Pero si bien ya empezamos a pensar en el año que viene, todavía es muy pronto. Así que hay que seguir trabajando para recuperar el funcionamiento de este año”, comentó el piloto entrerriano en diálogo con SoloTC.
La situación
La 6ª fecha del campeonato fue un punto de inflexión para Bonelli, quien se vio obligado a dejar el Ford, con el que había competido durante los últimos 14 años, y pasar a Chevrolet por una cuestión estrictamente presupuestaria. Para poder alquilar el motor de su Falcon a Alfonso Domenech y asegurar su continuidad en la categoría, tuvo que hacer este cambio. Con esa estrategia, logró mantenerse en el Turismo Carretera, pero aún no ha logrado el rendimiento esperado con el Chevrolet Camaro que estrenó hace una fecha con el equipo de Arrecifes.
“El rendimiento con uno u otro modelo no fue el esperado. Es muy prematuro hablar del futuro. Me gustaría revertir la situación con el equipo, hay que trabajar y tratar de salir adelante. Mauro está pensando en el año que viene, ya hemos tenido conversaciones, pero todavía no tenemos nada cerrado”, explicó Bonelli, dejando en claro que la incertidumbre sigue siendo un factor importante en su futuro deportivo.
Mientras tanto, Bonelli sigue trabajando en paralelo en el Ford Mustang que comenzó a armar en su taller de Concepción del Uruguay a principios de este año. “Estamos armando el Mustang al detalle, como nos gusta, y pensando cómo va a ser el año que viene. La verdad es que también estamos complicados un poco económicamente, se nos está poniendo difícil, cuesta arriba. Así que estamos trabajando mucho en ese aspecto para fin de año y para el que viene”, comentó, reconociendo las dificultades económicas que enfrenta su proyecto y el esfuerzo por mantener la estructura para el futuro.
El piloto sigue buscando un rumbo que le permita regresar a la competitividad en el Turismo Carretera, un desafío que, por el momento, sigue siendo incierto. Sin embargo, Bonelli continúa trabajando incansablemente en su futuro, con la esperanza de mejorar los resultados de este complicado 2024 y afrontar los desafíos del próximo año con un proyecto renovado.